Bayern Munich ya no depende de otros y una victoria el martes ante Hertha Berlín lo consagrará como el campeón más tempranero en la historia del fútbol alemán.

El equipo no se coronó la semana pasada porque para ello necesitaba un par de resultados de otros equipos que no se dieron. Esta vez, sin embargo, depende de sí mismo y solo necesita un triunfo ante un equipo que está por la mitad de la tabla, a 38 puntos del líder.

Bayern está atravesando por otra temporada mágica como la del año pasado, en que ganó la liga, la Copa de Alemania y la Liga de Campeones.

Los números son apabullantes: le lleva 23 puntos al segundo, Borussia Dortmund, y tiene dos rachas históricas: 51 partidos invicto y 18 victorias consecutivas, ambas récords para la Bundesliga.

Ha jugado 26 partidos y ganado 24. Los otros dos los empató.

Bayern podría coronarse incluso empatando o perdiendo en su visita a Berlín. Saldrá campeón si empata y Dortmund no le gana a Schalke en un partido entre el segundo y el tercero en la tabla. También saldrá campeón si pierde y Dortmund y Schalke empatan.

Un triunfo, no obstante, los corona sin importar los otros resultados. Y Bayern piensa ganar, al punto de que no dejará a nadie en casa. Todos los jugadores y cuerpo técnico viajarán a Berlín para ser partícipes del festejo si se consagran.

“Cuando se gana el título, hay que celebrar”, dijo Pep Guardiola, quien está en su primer año como técnico de Bayern y mejor no le podría haber ido.

El español trata de emular los logros de su predecesor Jupp Heynckes, bajo cuya conducción Bayern consiguió su triplete. El equipo de Heynckes se coronó con seis fechas por jugarse y Guardiola ahora puede mejorar esa marca.

Guardiola dijo que quiere ganar la liga lo antes posible así los jugadores “pueden concentrarse de lleno en el partido de cuartos de final de la Liga de Campeones contra Manchester United” a comienzos de abril.

El estratega trajo al Bayern el mismo estilo de posesión del balón y toque que empleó en Barcelona, pero su equipo luce un tanto más punzante que el Barsa, con mayor voracidad ofensiva y aplicación en la marca.

Guardiola cambia de jugadores y de sistemas a placer, sin que el equipo se resienta. Rota a los jugadores y el equipo sigue ganando. Y los cambia de posición, con mucho éxito. Su autoridad es tal que nadie cuestiona sus decisiones.

“Nunca sabemos quién va a jugar, tenemos muchas opciones”, dijo el volante Thomas Mueller.

Guardiola anuncia la alineación poco antes de que equipo se monte en el autobús para encaminarse al estadio.

El propio Mario Mandzukic, máximo cañonero del equipo con 17 tantos, ha sido dejado en el banco por no haberse esmerado en los entrenamientos. Y de vez en cuando Guardiola no usa a Franck Ribery o Arjen Robben.

Bayern hace un promedio de 719 pases por partido, con una efectividad del 88,8%. Ambas marcas encabezan la liga.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *