El funcionamiento familiar y el bienestar emocional están especialmente asociados con variaciones en el tiempo de exposición que los niños tienen frente a la televisión.
Con información de más de 3 mil 600 niños de ocho países de Europa, se llegó a la anterior conclusión, aunque el autor principal del estudio, no pudo decir qué factores explicarían ese resultado.
“Realmente, necesitamos indagar más esta área para responder algunas preguntas básicas”, indicó Trina Hinkley, investigadora del Centro de Investigación de la Actividad Física y la Nutrición de la Universidad Deakin, Melbourne, de acuerdo con la agencia Reuters.
Varios estudios destacaron recientemente los efectos negativos potenciales del exceso de exposición a las pantallas, que está asociado, principalmente, al sobrepeso y la disminución de la calidad del sueño.
El año pasado, la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP, por su sigla en inglés) exhortó a los padres a reducir la exposición de sus hijos a la televisión a no más de una o dos horas de contenidos de calidad.
Ahora, el equipo del Consorcio para la Identificación y la Prevención de los Efectos del Estilo de Vida y la Dieta en la Salud de Bebés y Niños analizó información de un grupo de niños de entre dos y seis años al inicio del estudio (entre septiembre del 2007 y junio del 2008).
Los padres respondieron un cuestionario sobre el uso de los medios de comunicación en sus casas y el nivel de bienestar de sus hijos, como problemas emocionales y la relación con sus pares, su autoestima, su participación social y familiar. Este descubrimiento se repitió a los dos años.
En general, el tiempo de exposición a la televisión no tuvo efecto sobre el desempeño social y la relación con otros niños. Pero por cada hora más de exposición, se duplicaba el riesgo de que un niño tuviera problemas emocionales y familiares.
Linda Pagani, psicóloga e investigadora senior del Centro de Investigaciones del Hospital de Santa Justina, Montreal, Canadá, y que no participó en el estudio, opinó que los resultados tendrían otras explicaciones.
“Podría ser que las familias con más tiempo de exposición a la televisión no estuvieran funcionando bien antes del estudio”, dijo.
Recordó que los resultados surgen de las respuestas de los padres, que podrían ser imprecisas.
“Mi mensaje es que el cerebro depende demasiado de la interacción social humana y ese exceso en el tiempo de exposición a un televisor o una computadora sería a costa del tiempo que se le podría dedicar al otro”. Además, coincidió con la regla de las dos horas de exposición que aconseja la AAP, pero no antes de dormir.
Cuida tiempo para ver la TV
Pasar demasiado tiempo delante de una televisión una computadora u otras pantallas sería un indicador de problemas en la familia y el bienestar de un