El Gobierno Federal, en coordinación con estados del centro del país, prepara una estrategia para encarar el aumento de la criminalidad y la violencia que viven diversas entidades como Guerrero, Morelos y el Estado de México.
Monte Alejandro Rubido, recién nombrado comisionado nacional de Seguridad, prefiere no calificarlos como “focos rojos”, pero asegura que en Morelos, Guerrero y el Estado de México el incremento de los niveles delincuenciales, principalmente plagio y extorsión, es un asunto que ocupa a la administración de Enrique Peña Nieto, por lo que en breve se anunciarán esquemas de coordinación para enfrentar los embates del crimen.
“¿Incluyendo al DF?, se le pregunta al funcionario.
Estamos pensado más en el Estado de México y en Morelos, responde en entrevista con EL UNIVERSAL”.
Al hacer un diagnóstico sobre las principales organizaciones criminales que operan en el país, comenta que la del Pacífico, que encabezaba el hoy preso Joaquín “El Chapo” Guzmán, es de las más estructuradas, aunque habrá que ver cómo resiente la caída de su “patriarca”.
Asegura que otros grupos delincuenciales están minados o atomizados, y unos más, como el de Jalisco, tratan de refortalecerse.
Al preguntarle si apoya la tesis de que el descabezamiento de alguno de los cárteles ha propiciado el alza de delitos como el secuestro y la extorsión, respondió que “es una posibilidad real, por el hecho de que las bandas delincuenciales tienen necesidad de estar refaccionando su gasto corriente (…) En la medida en que las fuerzas del Estado acotan a un grupo delincuencial, es factible que migren a otros delitos. Esta tendencia se ve en algunas entidades”.
Aseguró que en esta administración “todas las organizaciones delincuenciales han sido minadas. Ha habido de todas y de cada una de ellas [líderes] que están detenidos o que fueron abatidos”.
Tajante, el comisionado nacional afirma que cuando se detecte un caso de corrupción en la Policía Federal se “procederá a tope”.