Solamente 25 de los 118 permisionarios de recolección de basura en el municipio renovaron contrato con el Sistema Integrado de Aseo Público (SIAP), para ofrecer el servicio por los próximos tres meses con un aumento del 15% con respecto al contrato anterior.
Luego de que hoy terminó el contrato de los permisionarios y el Municipio decidiera someter a licitación la contratación de las nuevas empresas recolectoras de basura, se le informó a los primeros que podrían firmar un nuevo contrato por los próximos tres meses con un aumento del 15%, tiempo en el que se espera ya se tenga a las empresas ganadoras de la licitación.
Sin embargo, hasta las 4 de la tarde (hora definida por el SIAP para realizar el trámite) poco menos de 30 empresas se acercaron para hacer válida la oferta, lo cual fue lamentado por el presidente del Consejo Directivo del SIAP, Otto Portugal Prada, quien señaló que ya había un acuerdo verbal con los permisionarios para firmar el contrato pero ayer por la mañana éstos les dijeron que finalmente no lo harían.
“Hoy 31 de marzo terminó el contrato y las empresas decidieron no renovarlo a pesar de que se les ofreció el 15% de aumento. El viernes había un acuerdo con ellos, dijeron que hoy vendrían a firmar su contrato pero en la mañana dijeron que no lo harían”, comentó.
Por su parte, la regidora Verónica García Barrios indicó que una de las razones por las que fueron pocos los permisionarios que renovaron, fue que la Asociación de Recolectores de Basura amenazó a algunos de sus 95 integrantes, luego de que al unirse los empresarios entregaron algunas cosas en garantía.
“Han sido amenazados por la asociación de recolección de basura con una serie de requisitos que les pidieron. Entre lo que les pidieron y con lo que los están amenazando son cheques por 50 mil pesos que dieron como garantía, facturas de sus camiones, escrituras de sus propiedades y los están coaccionando pidiéndoles que no firmen contratos o perderán sus garantías”, dijo García Barrios.
Señaló que incluso hay personas que están observando quiénes llegan a las instalaciones del SIAP a buscar una negociación para identificarlos y afectarlos.