El Juzgado 11 de Distrito en Materia Civil decretó la quiebra de Mexicana de Aviación y sus filiales Click y Link, pero aceptó el convenio concursal de su otra filial Mexicana MRO Services, dedicada al mantenimiento de aeronaves.
El taller ahora será propiedad de Bancomext, Banorte y el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
A decir de Gricelda Nieblas, directora del Instituto Federal de Especialistas en Concursos Mercantiles (Ifecom), las tres empresas que fueron declaradas en quiebra deberán ser vendidas por un síndico nombrado por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
Si la SCT permite que siga existiendo la concesión de Mexicana, el síndico intentará vender la empresa completa en operación, lo que no se logró en tres años.
Si la SCT decreta la terminación de la concesión, se venderán los activos por separado.
Cuando inició el concurso mercantil de la compañía, en 2010, un visitador del Ifecom calculó que sus bienes sumaban mil 616 millones de pesos. La suma sólo alcanzaría para cubrir 14% de los 11 mil 474 millones de pesos que la compañía adeuda, pero las cosas han cambiado.
Joaquín Ortega, abogado del sindicato de trabajadores de tierra, aseguró que los únicos bienes que le quedan a la empresa son algunas oficinas dentro de la torre de Xola y sus equipos.
Sin embargo, Gerardo Badín, conciliador y administrador de Mexicana, admitió en mayo de 2013 que la compañía ha tenido ingresos a través del cobro de cuentas pendientes, con las cuales se han pagado los salarios de los administrativos que continúan activos, pero no detalló los números.
Nieblas sostuvo que el proceso de quiebra podría tomar años y los pagos a los acreedores se realizarán conforme se concrete la venta de cada propiedad.
Los primeros en la fila para cobrar son los trabajadores, cuyo pago, en el mejor de los casos, incluirá sólo los salarios no pagados entre agosto y noviembre de 2010, mas no la liquidación ni adeudos históricos.
Después, vendrán los acreedores con garantías de pago y, al último, los acreedores comunes, entre los que están los pocos dueños de boletos que fueron reconocidos.
Para completar los pagos a los 8 mil 600 trabajadores, el Gobierno federal tiene pensado echar mano de Mexicana MRO Services.

‘Era la única salida’

La quiebra de Mexicana de Aviación fue un proceso largo en el cual nunca se pudo hallar una salida distinta y ahora el Bancomext procederá a la venta de activos, señaló Enrique de la Madrid, titular de la institución financiera.
“Esta fue la salida que se encontró y fue la salida que encontró la Juez”, dijo de la Madrid en entrevista durante la 77 Convención Bancaria.
“Obviamente lo deseable es que hubiera habido algún inversionista, que hubiera habido recursos para hacer frente a las deudas, pero ese escenario no existía y a juicio de la Juez había transcurrido tiempo suficiente”.
De la Madrid agregó que al final del día sólo hay dos salidas de un concurso mercantil, y Mexicana tuvo la menos afortunada.
“No hubo inversionistas reales que pudieran inyectar recursos suficientes para hacer propuesta viable a los acreedores, al no haber encontrado una salida viable lo que sucede es la liquidación de la empresa, la venta de los activos y con ellos ir pagando los adeudos, no sólo a los acreedores sino a lo que a nosotros más nos importa que es los trabajadores”, consideró.

PerdióBanorte1,200 mdp

Los créditos que otorgó Banorte a la empresa Mexicana de Aviación le propinaron a sus accionistas pérdidas por mil 200 millones de pesos, aseguró Alejandro Valenzuela, director general del banco.
El monto corresponde a la reserva que se creó para cubrir los riesgos del financiamiento, aclaró en entrevista durante la 77 Convención Bancaria.
Valenzuela exigió información sobre lo que pasó con la empresa.
“Nos tiene preocupados no haber tenido la capacidad de haber entrado a la contabilidad de Mexicana para saber qué pasó”, criticó.
Banorte le autorizó a la empresa aérea un crédito por mil 500 millones de pesos garantizados con acciones de la aerolínea, hoy sin valor.
La reserva de mil 200 millones de pesos se tomaron del propio capital contable del banco, es decir, del dinero de los accionistas, quienes ya asumieron este monto como una pérdida, dijo.

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