La Policía de Nueva York ha desmantelado una unidad especial cuyos esfuerzos para tratar de detectar amenazas terroristas en las comunidades musulmanas mediante el espionaje generaron indignación, confirmó el martes la entidad.
El programa de vigilancia de la División de Inteligencia de la Policía de Nueva York (NYPD, por sus siglas en inglés) fue criticado por activistas que acusaron al cuerpo policial de abusar de los derechos civiles.
El programa empleaba agentes vestidos de civil para escuchar a las personas en librerías, restaurantes y mezquitas. La táctica fue detallada en varios despachos y se convirtió en objeto de dos demandas federales.
En una serie de artículos a partir de agosto de 2011, se documentó que la policía había espiado sistemáticamente a vecindarios musulmanes, tenido presencia en sermones, infiltrado universidades y fotografiado personas respetuosas de la ley como parte de un extenso plan para vigilar comunidades donde pudieran operar células terroristas. Los individuos y grupos fueron vigilados aunque la policía no tuviera pruebas de que estaban vinculados con el terrorismo o la delincuencia.
La investigación reveló que el entonces comisionado policial Ray Kelly había llevado a un oficial de la CIA para ayudar a crear una división de inteligencia que no se parecía a la de ningún otro departamento de policía en Estados Unidos. La nueva división asignó personal a penetrar vecindarios musulmanes, infiltrar locales como tiendas de libros y cafés, y dedicó personas a infiltrar mezquitas.
Las tácticas reveladas en la serie provocaron un debate sobre si el NYPD infringía los derechos civiles de los musulmanes y usaba tácticas ilegales de encasillamiento religioso y étnico. Cientos de musulmanes realizaron manifestaciones para protestar por esas actividades y la revelación llevó a que más de una docena de líderes religiosos boicotearan el desayuno ecuménico anual que celebraba el alcalde Michael Bloomberg.
En Washington, 34 legisladores exigieron una investigación federal sobre las acciones del NYPD. El secretario de Justicia Eric Holder dijo que estaba preocupado por los reportes de las operaciones y el Departamento de Justicia dijo que estaba estudiando quejas recibidas de musulmanes y sus partidarios.
Los reportajes de la AP también provocaron una investigación del inspector general de la CIA. La pesquisa interna concluyó que la CIA, que tiene prohibido espiar dentro de Estados Unidos, no había infringido ninguna ley, pero la criticó por permitir que un oficial asignado al NYPD operara sin supervisión suficiente.
Kelly, el excomisionado de policía, defendió las actividades de espionaje diciendo que los agentes se apegaron a las directrices jurídicas.
La decisión del NYPD de desmantelar la unidad fue reportada primero por The New York Times.

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