El América de Antonio Mohamed se acostumbró a la tristeza en el Estadio Azteca. Cualquier entra al Nido a asaltarlo.
Abucheos y reclamos le han valido al “Turco” la fragilidad del Coloso de Santa Úrsula. Ese recinto otrora pesado para los rivales, se convirtió en la plaza de las sonrisas rivales. De ocho partidos, en cinco ha perdido puntos.
Pero ni siquiera “El Turco” sabe las razones de haber hecho del Nido un bastión endeble, en el que cualquier rival llega y se sale con la suya.
Las comparaciones con la anterior le han resultado odiosas a Antonio Mohamed. Pero la referencia es inevitable. En los primeros ocho partidos como local, el América del “Piojo” Miguel Herrera (Clausura 2012) obtuvo 14 puntos, producto de cuatro triunfos, dos empates y sólo dos caídas.
Mientras, los Turco Boys, en sus ocho juegos iniciales en el Azteca, han obtenido 10 unidades con tres triunfos, un empate y cuatro descalabros. Es decir, ni con el triunfo ante el Querétaro este sábado, los pupilos de Mohamed habrán alcanzado el registro de Herrera.
Las estadísticas de Mohamed en el Coloso de Santa Úrsula se ensombrecen aún más con la racha reciente que ha vivido el América. Desde el 1 de febrero que los emplumados no pueden derrotar a un rival como local (1-0 ante Atlante).
Caídas con Pachuca, Santos, Pumas y Cruz Azul, aunado a un empate 0-0 ante Veracruz (en el momento del choque, los escualos eran sotaneros) hacen que la necesidad del reencontrarse con su público más que una necesidad sea una obsesión.

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