Emoción, sentimiento y vida a través de la representación del ahorcamiento de Judas, se reúne al grito unísono de “ahórquenlo” en la tradicional Judea de Purísima del Rincón.
Poco a poco el jardín principal de la ciudad comenzó a llenarse de gente, a las 4:30 de la tarde la zona era una multitud, más de 20 mil personas reunidas para presenciar el ahorcamiento de Judas luego de que vendiera a Jesús por 30 monedas.
La tradición de las máscaras, los látigos, el vestuario, la persecución y la historia se vivenciaron una vez más en Purísima, esta vez a 141 años del legado de Hermenegildo Bustos. Una tradición que el pueblo purisimense ha hecho suyo, lo ha convertido en un evento único, en el que participan todos, no solo quienes están detrás de las máscaras, sino de todos aquellos que se reúnen en el jardín y se apasionan con la experiencia, entre rechiflas contra Judas y gritos de “acaben con él” “Ya agárrenlo” o “ahórquenlo”, así se vive la Judea en esta ciudad.
Este año participaron alrededor de 350 personas en las diferentes caracterizaciones, considerando que 8 son las máscaras principales, de ahí que al menos entre Judas y los dos diablos, participaron 6 personas turnándose para formar parte del acto, ya que desde la 1 de la tarde comenzaron a desfilar por algunas calles de la ciudad, hasta después de las 5 que terminó el evento. Judas al ser ahorcado estuvo caracterizado por Abraham Domínguez.
Cabe mencionar y resaltar el trabajo de aquellas personas que están encargadas de la organización, de verificar que todo esté listo, de la seguridad, de la alimentación y el material, un grupo de 60 personas que integran el Consejo de Cultura para este evento.
Pero además de la personificación y la organización que se realizó, importante también la participación de la ciudadanía de Purísima y de aquellos turistas que se unieron a la experiencia de la Judea.
Por quinto año consecutivo se llevó a cabo la transmisión de la Judea por internet, recibiendo y enviando saludos a los compatriotas en el extranjero, con mensajes para aquellos que se conectaban a la Judea desde California, Ohio, Carolina del Norte, o en el país a Jalisco o Nayarit, entre otros.

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