Con soga en mano, 80 personas participaron en la “cuereada” de San Martín de las Flores.
Actores, hombres y mujeres, participaron en esta tradición, con el objetivo de expiar los pecados.
De un lado y otro de la plaza salían decenas de personas, quienes al ritmo de banda golpeaban a algún otro participante con una soga durante 3 minutos; cuando el lapso terminaba, la música paraba y la soga debía ser entregada a otro participante.
“Ya no está mojada”, comentó Pablo Humberto Casillas, uno de los 15 mil espectadores, de acuerdo con cifras de Protección Civil y Bomberos de Tlaquepaque.
Él, como miles, prefiere mantenerse a distancia del acto que se realiza en el marco de la Semana Santa, porque aunque no esté mojada sigue dejando lesiones a los participantes.
“Esta tradición tiene más de 200 años, y es alusivo al arrepentimiento de nuestros pecados”, explicó Óscar Cervantes, a quien le tocó representar el papel de Judas.
El joven de 29 años, quien trabaja como custodio en la Fiscalía General, salió de la “batalla” con una lesión en la cara.
Dejando a un lado los golpes que recibieron los participantes, Protección Civil y Bomberos de Tlaquepaque indicó que la “cuereada” terminó con saldo blanco.
Una vez finalizado el acto, personas de la delegación y quienes se dieron cita para observar esta tradición se quedaron consumiendo los productos típicos que ofrecen ambulantes en todos los alrededores de la plaza.