El presidente venezolano Nicolás Maduro espera anunciar en unos días un conjunto de medidas para impulsar la producción y combatir la inflación y la escasez de bienes básicos, sin embargo los analistas dudan que esos problemas puedan resolverse en el corto plazo debido a que se requieren cambios profundos en el modelo de control estatal.
Aunque el mandatario no ha ofrecido mayores detalles sobre las nuevas medidas, entre los analistas y empresarios existen dudas de que la denominada “nueva ofensiva económica” pueda ayudar a superar la difícil situación que enfrenta el país en medio de una crisis política atizada por las protestas callejeras que llevan más de dos meses.
El anuncio ocurre en un contexto de una compleja situación económica caracterizada por una desbordada inflación -que alcanzó en febrero una tasa anualizada de 57,3%-, severos problemas de abastecimiento de alimentos y otros bienes básicos, un fuerte déficit fiscal y deficiencias en el mercado cambiario.
Al hablar de los lineamientos de la “nueva ofensiva económica”, Maduro dijo la noche del lunes que “debemos producir más y mejor para destrabar todos los mecanismos inducidos o creados que impidan la producción en el país a todo nivel”.
Venezuela culminó 2013 con un crecimiento de 1,6% del Producto Interno Bruto, muy por debajo del registro de 2012 que había sido de 5,6%.
Algunos dirigentes empresariales han señalado que las actividades y la producción de algunos sectores fundamentales descendieron en el primer trimestre por la paralización de las importaciones de materias primas e insumos causada por el retraso del gobierno en la venta de las divisas oficiales.
Maduro puso en vigencia a inicios de año una ley de “precios justos” que establece ganancias máximas de 30% para los empresarios y creó una Superintendencia Nacional de Precios Justos para garantizar el cumplimiento de la nueva regulación.
El mandatario indicó que para asegurar el abastecimiento “hay que terminar de desmontar los mecanismos de la guerra económica ya que siguen funcionando”, pero no ofreció detalles.
Desde fines del año pasado las autoridades han intensificado las inspecciones y sanciones a los comercios para evitar el acaparamiento y combatir el contrabando.
Maduro inició en noviembre una primera fase de la “ofensiva económica” que implicó un plan masivo de fiscalizaciones de comercios, expropiaciones de algunas tiendas de electrodomésticos que fueron acusadas de especular con los precios y reducciones de más de 20% en el valor de algunos productos, lo que animó frenéticas compras a fines de 2013.
Pero las medidas no lograron detener el avance de la inflación y, por el contrario, agudizaron los problemas de desabastecimiento.
La mayor cámara de comercio del país expresó la víspera preocupación por los nuevos anuncios del gobierno y recordó en un comunicado que “las últimas acciones fiscalizadoras sectoriales que se han estado emprendiendo en diferentes partes del país las cuales han concluido con sanciones de multa o cierres a los establecimientos”.
“Las medidas que van a anunciar, que van a ser de ajuste, no van a ser suficientes para sacarnos de la crisis actual”, afirmó Heckel García, director de la firma local de análisis financiero Econométrica.
García dijo a The Associated Press en entrevista telefónica que si las nuevas acciones “no vienen de la mano de reformas más profundas esas medidas de ajuste serán alivio temporal para ciertos sectores y va a pasar muy poco tiempo para que volvamos a tener las mismas presiones que tenemos hoy”.
El analista indicó que no se puede resolver el problema de la inflación mientras no se atienda el crecimiento desbordado del gasto público y la liquidez monetaria.
García descartó que Maduro pueda emprender reformas estructurales económicas en medio de la actual coyuntura de crisis política.

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