El escritor y filósofo Sam Keen escribió “Aprendemos a amar no cuando encontramos a la persona perfecta, sino cuando llegamos a ver de manera perfecta a una persona imperfecta”.
De pronto un buen día Iván Flores Arámburo y Daniela Rangel Flores se miraron a los ojos y descubrieron que él para ella es el hombre perfecto; y ella para él, la mujer ideal, en resumen se dieron cuenta que su amor jamás tendrá final.
En ese descubrir, Iván tomó la decisión de dar el paso más importante en su relación al proponerle matrimonio a Daniela.
El “Sí acepto” desató una gran alegría en la vida de los amigos y familiares de los enamorados.
Dispuestos a vivir al máximo cada etapa de sus vidas, Daniela e Iván disfrutaron de los pequeños y grandes detalles de la planeación de su boda.
El día por fin llegó, y el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe fue testigo del enlace de un verdadero amor.
Los contrayentes estuvieron acompañados de sus papás, la novia llegó del brazo de Julián Rangel y Martha Flores.
Iván se mostró feliz de ver presente a su mamá Lourdes Arámburo en uno de las momentos más importantes para él.
En el jardín de San Antonio de Ayala los ahora esposos disfrutaron de su fiesta de bodas donde bailaron el tema “Tu amor por siempre”.
Un amor para siempre
De pronto un buen día Iván Flores Arámburo y Daniela Rangel Flores se miraron a los ojos y descubrieron que él para ella es el hombre perfecto.