El papa Francisco recibió a Juan Orlando Hernández, presidente de Honduras, a quien le dijo que esperaba que “se sintiera como en su casa”.
El mandatario pidió al pontífice que orara por Honduras, como lo había adelantado antes de viajar a Roma, en la audiencia que duró 23 minutos y que fue celebrada en los palacios pontificios de Vaticano.
“Voy a pedir que (Francisco) ore por nosotros, que ore por Honduras, que nos acompañe a superar esta situación difícil en la que hemos estado en los últimos siete u ocho años. Creo que Dios no está escuchando y sé que el papa también nos ayudará mucho”, señaló en esa ocasión.
Una delegación de 17 personas acompañó al mandatario en la audiencia con el pontífice, entre familiares, representantes de su gobierno, de las instituciones de su país y de la embajada ante el Vaticano.
Hernández obsequió al pontífice una imagen de la virgen de Suyapa, patrona de Honduras, y Francisco ofreció la imagen de un santo y rosarios a los integrantes de la delegación del gobernante.
Al final, el papa se acercó a la madre del mandatario y rezó con ella una breve oración.
El gobernante hondureño y su comitiva tienen previsto regresar el próximo martes a Tegucigalpa.
Hernández figura entre los presidentes latinoamericanos que asistirán el domingo en el Vaticano a la ceremonia de canonización de los papas Juan Pablo II y Juan XXIII. La ceremonia será presidida por el papa Francisco.

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