Iniciaron como operativos de emergencia, pero se quedaron de manera permanente.
Elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) mantienen 10 frentes abiertos en estados donde hay presencia de organizaciones criminales y cárteles del narcotráfico.
Las operaciones militares, que arrancaron en el sexenio pasado y se prolongaron para la actual Administración, pretenden reducir los índices de violencia e interceptar drogas y armas.
Las tropas eternizaron su presencia en Michoacán, Nuevo León, Tamaulipas, Morelos, Veracruz, Guerrero, Sinaloa, Durango, Chihuahua y Estado de México, de acuerdo con la respuesta de la Sedena a una solicitud de información.
La presencia castrense, combinada con operativos de la Marina y la Policía Federal, no ha terminado por desmantelar las estructuras criminales asentadas en esas entidades.
La operación “Michoacán” dio inicio el 8 de diciembre de 2006 con 4 mil 260 militares y fue la primera que la administración de Felipe Calderón puso en marcha contra el narcotráfico.
A más de siete años de su implementación, el Ejército mantiene el despliegue de sus soldados en esa entidad, que cuenta con regiones ideales para la siembra y cultivo de enervantes, así como para la introducción de sustancias químicas para la elaboración de drogas sintéticas en laboratorios clandestinos.
Aunque las fuerzas federales han mermado la estructura de los Caballeros Templarios con la detención o el abatimiento de algunos de sus líderes, esa agrupación aún opera en la entidad.
El plan “Guerrero Seguro” inició el 7 de enero de 2007 y, en diferentes fases, ha enfrentado escisiones de la Familia Michoacana y los Beltrán Leyva. Esa entidad registra alta incidencia en la siembra de enervantes, secuestros, ejecuciones y extorsiones.
Para el norte se implementó el operativo “Culiacán-Navolato-Guamúchil”, en Sinaloa, el 13 de mayo de 2008, cuando se rompió récord en ejecuciones por el Cártel del Pacífico.
Ese mismo año se puso en marcha el plan “Coordinada Chihuahua” en Ciudad Juárez.
Tras la muerte de Arturo Beltrán Leyva, “El Barbas” en Cuernavaca, Morelos, en 2009, se desató una ola de violencia en esa entidad por los grupos que intentaron tomar el liderazgo de la organización, por lo que el Ejército echó mano de la operación “Morelos I” en abril de 2010.
En 2011 arrancaron los planes “Noreste” para contener la lucha entre el Cártel del Golfo y Los Zetas en Nuevo León, Tamaulipas y Coahuila; el “Veracruz” derivado de la escalada de violencia que llegó a su clímax cuando en Boca del Río se arrojaron 35 cuerpos frente a una Plaza Comercial; y el “Laguna Segura” para contener secuestros y extorsiones en Coahuila y Durango.
Estados de la república eternizan presencia militar
Son diez entidades donde la Sedena mantiene frentes abiertos para combatir a organizaciones criminales y cárteles. Esta medida se adoptó en el sexenio