Siete sacerdotes de la Provincia Eclesiástica del Bajío, ya están en Roma para ser testigos presenciales de la canonización de Juan Pablo II y de Juan XXIII.
A través de redes sociales señalaron que esto representa para ellos un signo de solidaridad con la Iglesia Universal.
Los presbíteros se reunieron previamente en el templo del Sagrado Corazón para partir rumbo al Vaticano, en un vuelo comercial de México-Francia-Roma.
Llegaron el pasado martes a Roma, donde han estado visitando los lugares más emblemáticos, para regresar a Celaya el 2 de mayo.
Los siete sacerdotes que decidieron viajar a Roma con sus propios recursos, son los párrocos Manlio Naun Flores, de Escobedo; Arturo Valle Hernández, de Jalpilla, Comonfort; Juan Pablo Martínez, de San Luis de la Paz; Antonio Torres y Fernando Arrellano Rangel, de Dolores Hidalgo.
Además del padre Alfredo Picón Rodríguez, del Seminario Mayor; y Carlos Sandoval, del templo del Sagrado Corazón de Celaya, quienes fueron ordenados por el papa Juan Pablo II el 9 de Mayo de 1990, en Durango, durante la segunda visita que hizo su Santidad a México.
El padre Carlos Sandoval precisó que la canonización estaba programada para diciembre del año pasado. Se pospuso para este próximo domingo, en donde la Primavera beneficiará a todos, desde cualquier punto del mundo de donde partan.
Carlos Sandoval expuso que el Papa Francisco confirmó que Karol Wojtyla y Ángelo Giuseppe Roncalli serán declarados santos, y a partir del próximo domingo, podrán ser colocados en altares para su veneración por la Iglesia Católica.
“Se trata de dos figuras importantes de la Iglesia Católica que fueron papas, Juan Pablo II entre 1978 y 2005, y Juan XXIII entre 1958 y 1963, respectivamente.
Aseguró que cientos de sacerdotes y miles de feligreses de México se concentrarán en la Plaza de San Pedro, en donde también se espera una asistencia de cerca de un millón de personas de todo el mundo.
El padre Carlos Sandoval dijo que el Papa Juan XXIII era de origen humilde, de padres campesinos, y desde sus primeros días como papa causó gran revuelo, no sólo porque una tarde salió del Vaticano como un ciudadano normal para visitar a un amigo.
También recordó que en otra ocasión, cuando iba por la calle, una pareja muy pobre le pidió dinero para la medicina de su hijo, por lo que de inmediato aceptó, pero cuando estaban en la farmacia, ya con el medicamento, se dio cuenta de que no traía dinero.
El padre Sandoval expuso que la canonización conjunta de estos dos papas muestra, por un lado, la intención de Francisco de mantener el equilibrio entre dos figuras muy diferentes de la Iglesia, pero también la de evitar un gran culto a la personalidad de Juan Pablo II.
Concluyó que será una ceremonia muy especial, porque serán canonizados oficialmente dos papas, que fueron conocidos por la humanidad moderna, y en donde estarán presentes dos papas, ante cardenales, obispos, sacerdotes y miles de religiosas y feligreses de todo el mundo, pero en especial de México, en donde se considera a Juan Pablo II como el papa mexicano.
El Papa lo ordenó sacerdote
El sacerdote Carlos Sandoval Rangel fue uno de los 100 afortunados que pudieron ser ordenados por parte del Papa en su segunda visita a México.
El ahora párroco del Templo del Sagrado Corazón de Jesús recuerda ver a un Papa lleno de paz que transmitía a todas las personas. De ahí creció su interés por conocer más de él.
Entre su Santidad Juan Pablo II y el padre Carlos Sandoval ha habido coincidencias.
Una ocurrió en 1978, año en el que el Cardenal Karol Wojtyla fue nombrado nuevo Papa y en el que el padre Carlos decidió entrar al seminario.
“Fue impresionante la paz que trasmitía. El día de la ordenación recuerdo una plaza llena, y la llegada del Papa tuvo mucha emoción; y en el momento de la celebración la dio llena de paz. Era una persona que impactaba. Nunca olvidé las palabras claves de su homilía, nos habló sobre el amor de Cristo y cómo se debe compartir a un pueblo. Entre nosotros decíamos: aquí está Dios a través de él.
“Recuerdo muy claro cuando el Obispo me llamó para decírmelo, pero es muy significativo porque es el Papa, y había 600 diáconos (posibles) y fui elegido para que el Papa me ordenara. Fue muy significativo que fuera el Papa porque es el máximo representativo de Dios”, dijo.