No existen alimentos buenos ni malos, sino dietas balanceadas o desequilibradas, y los frutos son nutritivos y sabrosos.
Los carbohidratos son mencionados como agentes malignos, pero la realidad es que son alimentos que el cuerpo necesita, ya que lo proveen de energía, pero si se consumen en exceso —como casi todo— causan daño.
La nutrióloga Marybel Yáñez Martínez, orienta sobre la importancia de las frutas, que aportan al organismo vitaminas y minerales, así como agua, fibra y azúcares naturales: fructosa, glucosa y sacarosa.
La composición de las frutas difiere en gran medida en función del tipo de fruto y su grado de maduración. El agua es el componente mayoritario en todos, pues constituye más de 80% del peso de la porción comestible.
Las calorías de las frutas dependen de la cantidad de hidratos de carbono, principal y más rápida fuente de energía en el cuerpo humano.
Los hidratos de carbono o carbohidratos se dividen en dos, los complejos que contienen fibra y por eso se absorben más lentamente, ejemplos: pan, tortilla, arroz, avena, papa y el camote, así como de los simples que no contienen fibra y por ello su absorción es rápida; tal es el caso del azúcar y los jugos de frutas, entre otros.
Yáñez Martínez señala que los hidratos de carbono son el segundo componente más abundante de las frutas siendo principalmente del tipo simple: fructosa, glucosa y sacarosa; éstas le confieren el sabor dulce a las frutas maduras y suponen un 5 a 18% del peso de la porción comestible, variando su proporción de unas a otras.
Las proteínas representan menos del 1% de su peso y su contenido de grasas es casi inapreciable (0.1-0.5%), excepto por el aguacate, que contiene 14% de grasa y el coco con 35%.
Buenas en la dieta
Parte de lo que aportan las frutas son pectinas, un tipo de fibra soluble que juega un papel fundamental en la consistencia de las mismas, además de los efectos benéficos que traen a la salud.
La nutrióloga detalla que una naranja equivale a 100ml de jugo envasado, pero para consumir la porción de fruta recomendada a lo largo del día podría sustituirse por 200ml, ya sea en las comidas o como colación.
Alerta sobre que como los jugos ya contienen azúcares naturales no es necesario agregarle más, pues lo convierte en un alimento con exceso de azúcar y se puede transformar fácilmente en grasa en el cuerpo, elevar la glucosa en sangre en los diabéticos o provocarnos ansiedad por las grandes cantidades de hidratos de carbono simples.
El consumo de frutas, recuerda, es base de una buena alimentación y se recomienda comer 2 a 5 porciones al día, ya sea en su presentación natural, en jugos recién extraídos de ésta o envasados con el 100% de fruta sin azúcar añadida, explica.