Los contribuyentes estadounidenses perdieron 11,200 millones de dólares en el rescate de la empresa General Motors emprendido por el gobierno, según un nuevo reporte.
El cálculo está incluido en un reporte trimestral presentado al Congreso por un organismo gubernamental que supervisa el rescate, y es mayor al estimado previo de 10.500 millones.
El fabricante de autos de Detroit necesitó 49.500 millones de dólares para sobrevivir a su reestructuración por bancarrota en 2009. La compañía volvió a cotizarse en bolsa en noviembre de 2010 y el gobierno vendió sus últimas acciones de GM en diciembre. El reporte dice que el Departamento del Tesoro amortizó un reclamo de gasto administrativo de 826 millones de dólares contra General Motors Co. en marzo, dando fin a sus vínculos con la compañía.
En una entrevista el año pasado, la inspectora general especial Christy Romero dijo que “no había duda” que la dependencia y los contribuyentes perderían dinero con GM.
En julio, el departamento dijo que el gobierno perdió 2.900 millones de dólares en el rescate de Chrysler, que costó 12.500 millones.
Solo una compañía automotriz sigue parcialmente bajo control del gobierno: Ally Financial Inc., la antigua empresa de financiamiento de GM. Ally regresó a la bolsa este mes con una oferta pública inicial que recaudó 2.380 millones. El Departamento del Tesoro es dueño del 17% de las acciones de la compañía.
El departamento asignó 474.800 millones de dólares al programa TARP de rescate de bancos, aseguradoras y otras empresas durante la crisis financiera. Las compañías automotrices recibieron 79.700 millones, y el departamento ha recibido 59.100 millones en pagos.
Estados Unidos perdió 11,200 millones en rescate de GM
En un nuevo reporte se informa que Estados Unidos perdió 11,200 millones de dólares para el rescate de General Motors.