Marvin A. Clark desapareció en octubre de 1926, pero gracias a las nuevas técnicas de análisis de ADN, expertos forenses creen que al fin han encontrado sus restos y que saben lo que le pasó.
El caso de Clark es uno de los casos abiertos de personas desaparecidas más antiguo en la historia del país, según una base de datos mantenida por las autoridades. Se sabe que Clark ya no está con vida pues tendría hoy más de 160 años de edad, pero expertos forenses creen que han encontrado sus restos.
Lo que necesitan ahora son muestras de ADN de descendientes de Clark, a ver si se asemejan a las de los restos hallados.
A pesar de la antigüedad de los restos, los expertos pudieron extraer suficiente material como para poder analizar el ADN y sacarle un buen perfil, dijo la doctora Nici Vance de la oficina forense del estado de Oregon. Los geneálogos hallaron tres tataranietos del lado paterno.
Los resultados son alentadores aunque no inequívocos, declaró Vance.
“Ahora estamos buscando un parentesco del lado materno, a fin de analizar esa línea hereditaria y confirmar un poco más las cifras”, expresó Vance. “Hay un vínculo, pero por ahora no es muy sólido”.
Vance escribió el nombre de Clark en la base de datos del gobierno de personas desaparecidas y sin identificar, que ofrece abundante información sobre personas que no han aparecido y que no han sido identificadas.
“Es posible que hallemos una prenda de joya cerca de la persona que sea recordada por algún descendiente”, manifestó.
Esa base de datos, creada por el Instituto Nacional de Justicia, contiene casi 10.000 casos. Entre los más antiguos que aún siguen abiertos está uno de un agricultor que tenía unos 30 años y que desapareció en Oklahoma en 1902, un niño de 2 años que desapareció en 1930 en Chicago y un montañista de 22 años que desapareció en el Parque Nacional Rocky en 1933.
Como podría esperarse en el caso de Clark, hay muchos detalles que faltan por averiguar. Según la base de datos, tenía poco más de 60 años cuando se le perdió el rastro, en un viaje que hacía con carroza para ver a su doctor en Portland en 1920.
Pero artículos publicados en ese entonces en el diario The Oregonian demuestran que Clark tenía 75 y que desapareció cuando iba en autobús en 1926. Los antiguos artículos dicen que era un residente “muy conocido” en Tigard, Oregon, y que salió de su casa el sábado 30 de octubre para visitar a su hija, Sidney McDougall, en Portland.
Dos días después comenzó una frenética búsqueda por Clark cuando su esposa llamó a McDougall y se enteró de que el hombre nunca llegó a su destino. El diario dijo que el último rastro de Clark fue en un terminal en el centro de Portland, cerca de la casa de McDougall.
McDougall ofreció una recompensa de 100 dólares — sería el equivalente de unos 1.300 dólares hoy en día — por cualquier información que lleve a su paradero, pero el esfuerzo fue infructífero. Se giró instrucciones a las policías de todo el noroeste del país para que avisaran si veían a Clark, quien estaba paralizado del lado derecho del cuerpo y cojeaba.
Entonces, el 10 de mayo de 1986, unos leñadores que allanaban un terreno de Portland descubrieron unos restos humanos, que llevaban medio siglo ahí.
Cerca del esqueleto, hallaron una moneda de cinco centavos de 1888, una moneda de un centavo de 1919, un reloj de bolsillo, zapatos de cuero, anteojos, una navaja de bolsillo y cuatro monedas con la inscripción “D&P”. Un historiador le comentó al diario The Oregonian en 1986 que las monedas probablemente eran piezas entregadas por alguna taberna, como era costumbre de la época, por ganar algún juego de naipes. Las monedas podían ser canjeadas por alimentos o bebidas.
La policía halló también un revólver oxidado una bala calibre 32. El cráneo portaba una herida de bala. Los expertos forenses determinaron que se trató de un suicidio, y albergaban escasas esperanzas de que algún día los restos serían identificados.
Pero un par de días después, una mujer llamó a la policía y dijo que sospechaba que el hombre era su abuelo.
La mujer, Dorothy Willoughby, dijo que Clark en una época fue el jefe policial de Linnton, un poblado que se anexó a Portland al comienzo del siglo XX y que está cerca del remoto paraje en que los restos humanos fueron hallados. Dijo que su abuelo desapareció por los años 20, y que se decía que sufría de depresión debido a sus enfermedades, y que en ocasiones usaba un bastón.
Sin embargo, el caso no se resolvió, y la nieta falleció en 1991.
Cuando Vance descubrió una carpeta con información sobre Clark y los restos humanos hallados, se le ocurrió que tales restos podrían aún estar en la morgue especial donde se almacenan los de personas que no han sido identificadas. “Y me pareció increíble pensar que todavía tenemos los restos de esa persona, me pareció fabuloso”, comentó.
Gracias a las nuevas tecnologías de ADN, pudo enviar una muestra en el 2011 al centro de expertos de la Universidad de North Texas, que administra también la base de datos de restos de personas desaparecidas sin identificar. Actualmente, están buscando más descendientes de Clark.
“Espero que con esto podremos resolver el asunto y llevarlo a conclusión”, expresó Janet Franson, funcionaria del territorio en Oregon.
Exploran misterio de hombre desaparecido en 1926
Clark desapareció en octubre de 1926, gracias a las nuevas técnicas de análisis de ADN, expertos forenses creen que al fin han encontrado sus restos.