El padre de un adolescente de 15 años que viajó a Hawai como polizón en el tren de aterrizaje de un avión llegó a las islas desde California, dijo el martes una funcionaria.
Kayla Rosenfeld, vocera del Departamento Servicios Sociales de Hawai, informó que Abdilahi Yusuf llegó a Honolulu. Rosenfeld señaló que la unidad de bienestar infantil del departamento no revelará ninguna información sobre Yahya Abdi por razones de privacidad y confidencialidad.
Rosenfeld había dicho antes que Abdi estaba en un hospital de Honolulu después de ser trasferido a la custodia del estado desde el aeropuerto de Maui, donde fue interrogado por el FBI y funcionarios del puerto aéreo tras el vuelo del 20 de abril.
Una portavoz del Consejo sobre Relaciones Estadounidenses-Islámicas en San Francisco, quien había estado hablando en representación de la familia, rechazó hacer declaraciones más allá de reiterar que una declaración de inicios de semana de que Yusuf quería ver a su hijo pronto.
Abdi sobrevivió a un vuelo de cinco horas y media de San José, California, a Maui después de saltar una cerca del aeropuerto y meterse en el compartimento del tren de aterrizaje de un jet Boeing 767. Él no ha hablado públicamente sobre su dura prueba que suscitó cuestionamientos sobre seguridad aeroportuaria y reveló el drama personal de un in migrante somalí con dificultades para adaptarse a la vida en Estados Unidos.
Abdi, quien vive en Santa Clara, California, con su padre, madrastra y hermanos, no era feliz en California y extrañaba mucho a su madre, según quienes conocen a su familia.
Su madre vive en una choza en un campo de refugiados en el este de Etiopía. Ubah Mohammed Abdule dijo a The Associated Press que el muchacho deseaba verla, pero no podía porque su padre le dijo que estaba muerta y no le permitía contactarla.
Najma Abdi, hermana del adolescente, dijo el lunes que su madre estaba mintiendo y que su padre no le quitó a los niños y que no los maltrataba.
Yusuf dijo el domingo en un comunicado que su hijo tenía “problemas para adaptarse a la vida” en Estados Unidos.
“Nuestra situación fue agravada por nuestro desplazamiento en África durante muchos años después de huir de nuestro país natal de Somalia debido a las condiciones de guerra. Como resultado, mi hijo no pudo recibir ninguna educación formal antes de emigrar a Estados Unidos”, señaló el comunicado.
Fati Lejeune Kaba, una vocera del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, dijo que una persona conocida de la madre en el campo de refugiados contactó a Abdi y a los hermanos de éste para decirles que su madre estaba viva.

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