El gobierno sirio y los rebeldes acordaron un cese de fuego en la disputada ciudad de Homs para permitir la evacuación de cientos de combatientes atrincherados en los barrios antiguos. De esa manera, la tercera ciudad del país quedó en manos de las fuerzas leales al presidente Bashar Assad.
Si el acuerdo se confirma y las fuerzas rebeldes abandonan la ciudad, su captura será una victoria significativa para Assad cuando resta un mes para las elecciones presidenciales del 3 de junio.
Homs, en las llanuras centro-occidentales de Siriaa, fue una de las primeras ciudades que se alzó contra el régimen hace tres años, lo que le valió el mote de “capital de la revolución”. Después de olas de protestas contra Assad, fue la primera ciudad que cayó en manos rebeldes a medida que la insurrección se transformaba en una guerra civil.
Desde entonces, las fuerzas de Assad se han empeñado en una cruenta ofensiva urbana para recuperarla. Desde hace meses los rebeldes estaban acorralados en una serie de barrios de la ciudad vieja y sometidos a ataques de artillería y aviación.
Un equipo de la Associated Press dijo que reinaba una calma desusada y no se escuchaban disparos.
“No es lo que queríamos”, dijo el activista opositor Beibars Tilawi en entrevista con la AP. “Pero es lo que pudimos conseguir”.
Por otra parte, dos atentados suicidas con autos bomba que estallaron por separado causaron la muerte de 18 personas, entre las que hay 11 niños, en la provincia vecina de Hama, informó la televisión estatal siria.
La televisora sostuvo que los ataques ocurrieron el viernes en los pueblos de Jabreen y Humayri, que están bajo el control del gobierno, pero no aportó mayores detalles.
Rami Abdurrahman del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, organización con sede en Londres, dijo que de acuerdo con activistas los estallidos causaron la muerte de al menos 15 personas. Es común que haya cifras contrastantes después de bombardeos grandes.
Ningún grupo se adjudicó la responsabilidad por el ataque pero una organización afiliada a al-Qaida, los rebeldes del frente Nusra, se han responsabilizado de atentados con autos bombas en semanas recientes.
Grupos defensores de derechos humanos han condenado tanto al gobierno del presidente Bashar Assad como a los rebeldes que tratan de derrocarlo por usar armas y lanzar ataques que afectan principalmente a civiles.