El 57% de los productores de calzado del estado de Guanajuato tuvieron menos pedidos de pares de zapato durante 2013, en comparación con 2012.
Y aunque 31% reportó que fue mayor el volumen de pedidos, el incremento apenas llegó a ser en promedio entre 6 y el 10%, de acuerdo al estudio “Termómetro Industrial” realizado por la Cámara de la Industria del Calzado (CICEG) a través de Prospecta.
El reporte presenta información recopilada a través de una encuesta en línea realizada a las empresas fabricantes de calzado.
El informe revela que el problema incluso se agudizó durante el último trimestre, cuando 59% de los empresarios respondió que sus pedidos fueron menores al mismo periodo de un año antes.
La mayoría reportaron que sus caídas fueron de entre 11 y 20%, pero 10% de los fabricantes señalaron haber sufrido bajas de hasta 50%.
La cifra trimestral, que abarca los meses de octubre, noviembre y diciembre, refleja que la caída en el volumen de pedidos fue de 8.7%, respecto al mismo trimestre de 2012.
Desde el año pasado el presidente de CICEG, Ysmael López García, señaló el daño que sufrían las empresas nacionales ante la importación de calzado chino, que genera una competencia desleal al llegar subvaluado, triangulado o por medio del contrabando.
“No es una cuestión de lloriqueos ni mucho menos, es una cuestión real, que además ojalá que no estuviera haciendo daño, pero está generando un profundo daño a las empresas”, reiteró la semana pasada durante la visita a León del jefe del SAT, Aristóteles Núñez.
De acuerdo al estudio de la Cámara de Comercio, 48% de quienes resintieron bajas en sus pedidos dijeron que se debe a la caída en la demanda del mercado interno, seguido de 14% que opinan que es causada por la competencia.
El impacto de la reducción de los pedidos fue tal que 41% de los zapateros consultados llegó a trabajar en un rango de entre 56% y 80% de capacidad instalada en sus fábricas
Sólo 14% logró laborar a una capacidad de entre 91% y 100%, mientras que alrededor de 10% lo hizo en un rango inferior al 55% de la capacidad de su empresa.
Como lo repitió en varias ocasiones el presidente de CICEG, la baja en producción ocasiona pérdida de empleos y el estudio revela que al cuarto trimestre, 39% de las empresas señaló que su plantilla de trabajadores fue menor que en 2012.
Maquilan 500 semanales
El señor Gerardo Ramírez y su hijo trabajan solos maquilando bota vaquera, desde hace 17 años que empezó a trabajar en el sector del calzado, aunque había lapsos malos, nunca había visto tantos problemas como ahora.
A la semana hacían mil pares de botas, la competencia desleal del calzado proveniente de China ocasionó que sus ventas bajaran, por lo que ahora fabrican 500 pares semanales.
“Yo sí me sumo al llamado que hacen los líderes empresariales, porque nos afectan a todos, no podemos competir igual si ellos no pagan impuestos”, dijo Gerardo, propietario de la fabrica Maquila Welt.
A partir de septiembre de 2013 tuvo una baja en la producción, pensó que en este año la venta incrementaría, pero a cuatro meses de haber comenzado el año, la recuperación que esperaba no se ha visto.
“Tengo 17 años vendiendo, sí había temporadas malas, pero lo que fue el 2013 y este año vamos peor, tiene algo que ver el calzado chino claro, pero también otras cosas como el aumento en los precios del material”.
Una de sus alternativas fue aprovechar lo más que pueda el material con que fabrica las botas, para evitar gastar más, pues la baja en la producción ocasiona menos ganancias y mayor complicación para el sustento de la familia.
Producen la mitady quedan apenas 15
De alrededor de 500 pares de botín charro que producían en la fabrica Botines Arizona, la producción semanal no rebasa los 250 pares actualmente.
“Sí la verdad andamos mal, yo creo que si es porque entra calzado chino que viene más barato pero de menor calidad, eso es obvio”, comentó Jorge Barba Álvarez, propietario de la empresa.
Desde el año pasado el panorama en las ventas cambió, pero no para mejorar sino que se vieron tan afectados que incluso tuvieron que despedir a las tres cuartas partes de sus empleados.
Su padre comenzó con la fábrica desde hace 35 años, como parte de la tradición sus hermanos también decidieron sumarse y hacerse cargo de la empresa.
Sin embargo de los 70 trabajadores que eran, ahora solo quedan 15 distribuidos en diferentes maquilas, que además no llegan a trabajar las horas que se laboraban antes, todo esto en parte por la venta de calzado asiático.
“Pediría que no dejen entrar calzado chino, y que por qué no trabajan en eso de las aduanas que es por donde entra, ahí deberían de ser más cuidadosos”, mencionó.
También coincidió en que desde el año pasado, los pedidos fueron menores, y aunque quiera seguir haciendo zapato, no sabe si se lo van a comprar.
Hacen zapatos más elaborados
Los zapateros ubicados en la colonia Obregón, donde existe un gran asentamiento de micro, pequeñas y medianas fábricas de calzado, resienten la disminución de pedidos y producción.
“El precio es lo que nos viene a afectar, porque nosotros cada vez tenemos que hacerlo más elaborado pero cuesta más, y entonces también se vuelve complicado venderlo”, comentó María Elena Chávez, una de las propietarias de la empresa Calzado Atenea y Gladiador.
La empresa nació hace cinco años y en todo este tiempo, es la primera vez que les toca ver como se complica la situación para los productores nacionales.
Para seguir adelante tienen que vender calzado a otros estados, pero saben que no pueden elevar precios porque no se vende.
“El zapato tiene que salir a otros estados porque si no no vendemos, tenemos clientes de Pachuca, Hidalgo, hacemos entres mil y mil 200 pares a la semana de hombre y de mujer”, agregó.
Actualmente cuentan con 16 empleados, que en ocasiones han tenido que doblar turnos pero no porque haya más pedidos sino porque se han fijado el objetivo de sacar el pedido a tiempo para no perder a los clientes.
Trabajan ahora en familia
En la fábrica llamada Calzado X156N, de 12 trabajadores que eran hace 2 años, ahora solo son seis y pertenecen a una sola familia.
Además de haber tenido que reducir su plantilla laboral, también tuvieron una baja en la producción pues de 800 pares que hacían a la semana, ahora solo maquilan 300.
“Tenemos 30 años en esto, somos la segunda generación y la verdad es triste ver cómo incrementa el problema porque sí nos afecta y mucho”, lamentó Miguel Ríos, uno de los propietarios de la fábrica.
Su petición a las autoridades federales es que regularicen los precios con los que entran las importaciones, para que los zapateros leoneses puedan competir parejo.
“Queremos que revisen lo que entra por las aduanas, ya si la gente los compra es su decisión, pero si es un hecho que lo dan hasta en un 50% más barato y así no podemos competir”, señaló.
Cerrar en el futuro es una eventualidad que ya no descarta.
“No podríamos hacerlo ahorita, pero si no nos dan otra opción tenemos que comenzar a pensar en otra cosa para hacer y ya no vivir del calzado”, expresó.