A orillas del Mar Mediterráneo, en el barrio residencial de Caesarea, en Israel, el arquitecto Zvika Dunsky se inspiró en la configuración de un crustáceo para desarrollar una propuesta residencial.
A través de dos de las principales características que predominan en el cuerpo de estos animales -un caparazón duro en el exterior y un abdomen suave en su interior-, la casa cuenta con un esqueleto de hormigón que protege sus elegantes interiores.
“El exterior se compone de dos muros radiales con una figura semejante a la de una armadura. Estas paredes paralelas son los elementos de protección que abrazan las habitaciones y áreas comunes de la casa y el jardín”, explicó Dunsky.
A pesar de que en su fachada la vivienda proyecta una imagen que denota fuerza debido a la naturaleza visual del concreto que la cubre, en el interior reina un ambiente más suave y acogedor con espacios llenos sofisticación.
“Los lugares donde las personas se reúnen, comen y duermen son la parte blanda de la criatura, fabricada con vidrio y estuco. Este lado suave también incluye grandes aberturas hacia el jardín y la piscina”, detalló el artífice.
Mediante un lenguaje moderno, claro y minimalista, el arquitecto hiló todas las áreas que integran la residencia para construir atmósferas que dejan lugar para el movimiento y la libre expresión de la familia que la habita.
Fluidez con estética
materiales como la piedra gris, colocada en los pisos de las áreas sociales, acabados de estuco blanco en los muros y parqué en lugares como las habitaciones, unifican una visión que reúne todos los parámetros del estilo de vida moderno.
Aunque si bien el diseño de la estructura, sus distribuciones y muebles dotan de identidad a la residencia, es la iluminación la que le da un toque final con la implementación de lámparas de luz focal, LEDs y candelabros con formas escultóricas.
“La luz natural es una herramienta arquitectónica importante para mí y es, además, un elemento esencial para mi trabajo. Ésta penetra en la casa a través de pequeñas aperturas durante el día”, añadió Dunsky.
Recorrer todos los espacios de la casa sin encontrarse con ningún tipo de obstáculo se logró debido al peculiar diseño estructural y solamente con la integración del mobiliario necesario.
“El flujo de la residencia y el jardín fue muy importante para todo el proyecto. Se trata de movimiento, exposición, descubrimientos y cambios.
“Nada está escrito en un orden evidente. Las áreas al aire libre son claramente una parte de toda la composición. Siempre se está consciente del exterior, el clima y la naturaleza”, agregó Zvika Dunsky.
Ubicación y detalles
– La zona donde se sitúa la casa está rodeada de un antiguo puerto herodiano, fortalezas y un anfiteatro romano.
– En general, la vivienda tiene la silueta de un gigantesco camarón.
– Las tonalidades que predominan en los muebles son arena y beige.
– Una mezcla de caoba y acero oscuro se distingue en las escaleras.
– Mobiliario recatado y funcional se integra en el diseño de interiores.