El vocero de la Presidencia de la República, Eduardo Sánchez, criticó ayer las presentaciones en vivo de delincuentes detenidos que se hacían durante la pasada Administración federal, a las que calificó de “espectáculos”.
Durante la Semana de la Prevención, que organizan la Secretaría de Gobernación y el Banco Interamericano de Desarrollo, el funcionario afirmó que dichas exhibiciones generaban miedo, o bien, empoderaban a los delincuentes ante ciertos sectores de la sociedad.
“Esta información de ninguna manera servía al ciudadano. Esta manera espectacular de presentar a los delincuentes, como si se tratara de personajes relevantes de la sociedad, de ninguna manera ayudaba a la ciudadanía.
“Derivado de este espectáculo se cometieron muchísimos errores. El Estado Mexicano, en aquel entonces estaba tratando de mostrar el nivel y el alcance de su cruzada contra la delincuencia”, expresó Sánchez.
Sin mencionar su nombre, el vocero puso como ejemplo la exposición mediática del narcotraficante Édgar Valdez Villarreal, “La Barbie”, quien apareció ante las cámaras en actitud desenfadada, sonriendo y escoltado por policías armados y embozados.
En grupos de enfoque organizados por el Gobierno federal, reveló, se detectó que en zonas marginadas el capo fue visto como un hombre exitoso y con poder; mientras que en clases medias, se percibió como alguien que se burla de la autoridad y hace “lo que le da la gana”.
Sánchez recordó que la narrativa sobre seguridad adoptada por la actual Administración impide nombrar a los detenidos por su alias o sobrenombre, o mencionar los grupos delictivos a los que éstos pertenecen, para no reproducir códigos delictivos.
Ante especialistas nacionales y extranjeros, el vocero de Los Pinos subrayó que tampoco hay presentaciones en vivo para no caer en abusos, violar las garantías de los detenidos ni atemorizar a los ciudadanos.
“¿A quién le importa cómo se hacen llamar esas pandillas? A ellos, indiscutiblemente, y se vuelven en algunos casos en elementos aspiracionales de otros. Es importante cómo los medios afrontan el problema, pero creemos que los primeros que detonamos esta cadena de información somos el Gobierno”, apuntó.
“Si somos cuidadosos en la presentación de la información, si atendemos ciertos protocolos que incluso operan a nivel internacional, lo que haremos será informar (…) sin que constituya una apología del crimen o de la violencia, o un exceso que pudiera lastimar los derechos humanos que, a su vez, los delincuentes y sus defensas pudieran aprovechar en su propio beneficio”.

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