Exigen un Morelos seguro

Miles de universitarios morelenses marcharon ayer en esta ciudad para exigir paz, seguridad y el esclarecimiento del homicidio del catedrático Alejandro Chao Barona y su esposa Sara Rebolledo.
Según la Dirección de Tránsito de Cuernavaca, en la movilización participaron más de 20 mil miembros de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM). Todos iban vestidos de blanco.
El Rector Alejandro Vera y el Consejo Universitario encabezaron la caminata de más de tres horas, la cual partió del campus central hasta la Plaza de Armas, frente al Palacio de Gobierno estatal.
Al momento de la marcha el Gobernador Graco Ramírez se encontraba en gira de trabajo en Tepoztlán, a 26 kilómetros de distancia.
En su discurso Vera advirtió que la marcha fue el arranque de una revisión, no de la estrategia de seguridad en Morelos, sino a los cambios estructurales que requieren la entidad y el País para acabar con la barbarie que se vive.
Mientras los universitarios se movilizaban, el Gobierno estatal dio a conocer sus avances en la investigación del doble homicidio.
El Secretario de Gobierno, Jorge Messeguer, aseguró que la fiscalía tiene pruebas e indicios suficientes para establecer el robo como móvil del asesinato de quien fuera director de la Escuela de Trabajo Social de la UAEM y de su esposa, la madrugada del lunes pasado.
Acompañado del fiscal Rodrigo Dorantes y del Comisionado estatal de Seguridad, Alberto Capella, Messeguer explicó que a los tres ex empleados relacionados con el crimen les encontraron pertenencias de las víctimas y que, conforme las indagatorias, la motivación del crimen fue el despido de uno de ellos.
Los probables responsables han sido identificados como Arturo ‘N’, de 16 años, Juan Carlos ‘N’, de 18 y Marco Antonio ‘N’, de 22. Las víctimas, de acuerdo con el funcionario, habrían muerto a pedradas.
Cuestionado sobre los resultados presentados por el Gobierno estatal, el Rector de la UAEM sostuvo sus dudas sobre el móvil del robo.
“Si tienen las pruebas periciales y son ellos (los detenidos) que se les castigue, pero nosotros preguntamos quién los mandó y por qué.
“El hecho nos habla de que son criminales que no se tientan el corazón para matar y por lo tanto no se pudieron haber asustado y salir sin robar. Si entraron a robar hubieran robado todo lo que querían y más, si tienen esa sangre fría para matar”, dijo Vera.