Miguel Ángel Sánchez afirmó que es el propietario de los Gallos Blancos de Querétaro, aunque todavía no tiene el aval de la Federación Mexicana de Futbol (FMF) ni de las autoridades federales para hacerlo oficial.
Dijo que firmó un contrato de compra-venta con Verónica González, apoderada del Querétaro y esposa de Amado Yáñez, propietario del club y quien se encuentra arraigado por la Procuraduría General de la República (PGR).
En conferencia de prensa, sin logos de ninguna especie ni directivos del actual plantel o representantes de la FMF, el arquitecto Sánchez explicó que ha entablado algunos contactos con el Servicio de Administración y Enajenación de bienes (SAE), para adquirir a la franquicia, tasada en 25 millones de dólares. Sin embargo, con Decio de María, presidente de la Federación, no ha entablado conversación alguna y ni siquiera ha tenido contacto con algún otro federativo.
Sánchez explicó que el interesado en adquirir a los Gallos es Grupo Marla S. A. de C. V., que cuenta con otros tres inversionistas a los cuales no quiso nombrar, debido a “un asunto de confidencialidad”.
Acerca de los salarios caídos de los futbolistas, Sánchez dijo que él no se va a hacer cargo de dichos adeudos, pues en el acuerdo entre Verónica González y su grupo no está contemplado que el traspaso se haga con deudas.
El próximo lunes, durante la asamblea de dueños, podría definirse si la franquicia del Querétaro es desafiliada o pasa a un nuevo comprador y si se acepta o no como socio a Miguel Sánchez.

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