“Ahora podemos morir tranquilos”, expresó Lucas Ezequiel Miranda, uno de los dos viajeros argentinos que cumplieron su sueño de recorrer Sudamérica y Centroamérica y llegar a su destino anhelado, México.
Lucas y Elizabeth Loise estuvieron de visita en León antes de partir a la Ciudad de México para tomar un avión que los lleve a Cuba, antes de regresar a Mar de Plata, en Argentina, donde inició su aventura de descubrimiento.
La pareja caminó por distintos países en los que convivieron con las personas de la región, conocieron sus comidas, costumbres y crearon sus propias aventuras.
Los países que pisaron Lucas y Elizabeth fueron: Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Argentina, Surinam, Uruguay, Venezuela, Guatemala, Belice, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y México.
“Una de las cosas que recuerdo del viaje es en Venezuela, ahí estuvimos seis meses y estuvimos ahí el día en que murió Hugo Chávez (5 de marzo). Nosotros nos bajamos de un camión en Mérida y la gente en la calle, todos hablaban de eso, había tristeza de verdad en la gente, lloraban algunos.
“Después de la muerte de Chávez, comenzó una oleada de desesperación, comenzó a faltar la comida y fue cuando seguimos nuestro camino”, platicó Lucas.
En México
Los viajeros entraron a México por Chetumal, Quintana Roo, y recorrieron Tula, Yucatán, Mérida, Campeche, Villa Hermosa, Tabasco, Chiapas, Oaxaca, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, San Miguel de Allende, Dolores Hidalgo, Guanajuato capital y León.
“Nuestra meta era llegar a México, después ya podíamos hacer nuevos proyectos que ya empezamos a desarrollar, por lo pronto nos vamos a Cuba y ya de ahí veremos para regresar a casa.
“El lugar que menos nos gustó fue San Luis Potosí, ahí la gente te ve feo, nadie saluda, incluso Lucas pidió un vaso con agua a una mujer y se lo negó, le negaron el agua eso no se hace”, dijo Elizabeth.
Ya en León, una de las cosas que asombró a los caminantes fue que todas las banquetas del bulevar Adolfo López Mateos tienen rampas para discapacitados.
“Esto de que tengan rampas es algo magnífico, no todos los lugares lo tienen en México, León es de los únicos donde lo vimos y nos facilitó la vida porque nosotros nos movemos con el monociclo por todos lados”, comentó Lucas.
Las finanzas
Para lograr financiar su viaje, desde alimentos, pasajes de camión y hospedaje en hoteles, Elizabeth y Lucas se dedicaron a vender pulseras artesanales y brindar shows de semáforo con malabares.
“Nosotros sólo nos dedicamos a la venta de artesanías y hacer malabar, pero uno de los grandes problemas que hemos visto sobre todo en México es que de todos lados la Policía no te deja trabajar, te quitan, en otros países no se ve tanto eso, sólo aquí, uno de los lugares más bellos que conocimos fue sin duda Oaxaca porque no hay tanto gringo, el resto de los lugares está muy plagado”, explicó Elizabeth.
Sólo para reunir dinero para su viaje a Cuba, la pareja trabajó en los cruceros de semáforos durante dos meses y el miércoles retomó el camino rumbo a la Ciudad de México, donde abordaron un avión que los llevó a vivir nuevas aventuras.