Papás de víctimas de abuso sexual en escuelas denunciaron negligencias en los procesos judiciales de dos casos, uno en León y otro en la capital.
Angélica, mamá de la menor que sufrió abuso sexual por parte del maestro Antonio de Jesús Aguirre Zúñiga en la secundaria No. 8 de esta ciudad, señaló que la Procuraduría de Justicia del Estado está calificando mal el delito al señalar que es estupro y no violación.
“La directora revictimizó a mi hija, la humilló, le dijo mentirosa y nos pidió que nos quedáramos callados por su bien. En el Ministerio Público, cuando mi hija entró a dar la declaración, no me dejaron entrar y me pidieron que firmara la declaración, pero no me dejaron leerla.
“El Subprocurador (Manuel Ángel Hernández Hernández) nos dijo que el caso ya lo habían calificado por estupro cuando apenas tenía un mes por lo que declaró mi hija”, indicó.
El viernes fueron destituidos el director del Centro Educacional Piloto, de Guanajuato capital, Néstor Antonio Saucedo Valtierra, así como de Laura Aranda Moreno, directora de la Secundaria Insurgentes 8, de León. También fue destituido el delegado en León de la Secretaría de Educación de Guanajuato (SEG), Francisco Javier Zavala.
En ambas escuelas, dos alumnas denunciaron que fueron violadas por uno de sus profesores. Los hechos ocurrieron durante el mes de abril y a principios de mayo, respectivamente.
Angélica pidió que se haga justicia y se castigue con cárcel al profesor (que ahora está prófugo), así como una audiencia con el Poder Judicial para que le reparen el daño a su hija.
“A mí no me fue suficiente con que hayan destituido a la directora de su cargo y al otro que quitaron también (Francisco Javier Zavala Ramírez)”, exigió.
Piden disculpas a víctimas
Adán, papá de la menor violentada en el Centro Educacional Piloto, de la capital, dijo que las autoridades no han actuado conforme a derecho, ya que en lugar de interrogar a la víctima, se debe interrogar al agresor.
“Los dejamos ahí para irnos a trabajar y luego nos damos cuenta de lo que les están haciendo. Es increíble que si estamos recurriendo a autoridades, ellas mismas se están solapando o se están advirtiendo”, comentó.
También pidieron que el secretario de Educación, Eusebio Vega Pérez, ofrezca una disculpa pública a ambas víctimas.
De igual forma, Cinthia Ramírez, abogada del Centro de Derechos Humanos Victoria Díez, y Verónica Cruz Sánchez, directora de la asociación Las Libres, criticaron los protocolos que siguen tanto la PGJEG y la SEG.
En el caso de la primera criticó la actitud del procurador Carlos Zamarripa Aguirre ante los problemas de las mujeres.
“La Procuraduría vició las pruebas, (el Procurador) es una persona que no cree en los derechos humanos de las mujeres. En la Procuraduría se demuestra esta actitud misógina de odio hacia las mujeres; él no debería ser Procurador de Justicia porque no es un perfil adecuado”, indicó Cruz Sánchez.
La historia
El pasado 28 de abril, Adán descansó en su trabajo y aprovechó para ir a recoger a su hija en el Centro Educacional Piloto.
Su hora de salida era 10 minutos después de la 1 de la tarde, y a los 20 para las 2 todavía no salía. Le marcó a su celular una y otra vez sin obtener contestación alguna, hasta que después de unos minutos la llamada fue respondida.
La menor le comentó que tenía un problema con el director y que lo estaba resolviendo, por lo que Adán ingresó a la escuela para ver qué pasaba. Fue recibido por la asesora educativa, Emma Gómez Lagos, quien le aseguró que ella resolvería el asunto con la alumna, mientras que el director lo haría con el profesor.
Sin saber qué sucedía realmente, Adán pudo hablar con su hija, quien le platicó lo sucedido. Buscó al profesor, pero ya no estaba. Fue hasta varios días después cuando se encontraron en la dirección de la institución.
“Me dice que el maestro Víctor Manuel Anguiano Hernández abusó de ella, pero me dice que hasta después de dos días regresaba. Pido hablar con el director y me di cuenta de que le hablaba muy feo a la niña, no le creyeron.
“(Después) Yo exijo ver al maestro, llega y nos dice ‘lo que pasa es que la niña necesitaba cariño’ y le pregunté que si por eso lo había hecho… se pone de frente y me dijo que lo golpeara si es lo que quería, y le dije que no le iba a dar ventaja, le hablé a una patrulla y ahí empezamos el proceso”, contó.
Añadió que la niña ya está en otra escuela, adaptándose a sus nuevos compañeros.