En cuatro años, más de 4 mil 500 menores de edad fueron atendidos en clínicas y hospitales del sector Salud de Guanajuato, por haber sufrido violencia en el hogar o en la calle.
Al menos 273 de esos menores fueron internados por lesiones ocasionadas por un arma de fuego, según la base de datos de egresos hospitalarios.
Las estadísticas de la Secretaría de Salud del Estado revelan que los casos de lesiones contra niños y adolescentes, a causa de agresiones, se han multiplicado a partir de 2010.
Hace cuatro años los servicios de Salud reportaron la atención de 729 menores víctimas de violencia, mientras que al cierre de 2013 sumaron 1,731 casos.
Los menores lesionados por golpizas, cuchilladas e incluso agresiones a balazos se incrementaron 137% entre 2010 y 2013.
En el lapso de referencia las lesiones por violencia intrafamiliar se triplicaron: en 2010 se atendió en clínicas a 224 menores víctimas de este tipo de agresiones y el año pasado la cifra llegó a 661 casos.
Mientras que los casos de violencia fuera del hogar se duplicaron.
En 2010 la Secretaría de Salud atendió a 505 menores lesionados por violencia en la calle o en la escuela, mientras que en 2013 sumaron 1,070 los afectados.
El año pasado la dependencia estatal reportó que el 62% de las lesiones a menores eran por violencia fuera de casa, pero este año la tendencia se revirtió y más de la mitad de las víctimas sufrieron agresiones en el hogar.
El acumulado de menores lesionados en el hogar fue de 1,549 entre 2010 y 2013.
Ataques en la escuela
De acuerdo con el diagnóstico sobre Guanajuato realizado en la Encuesta Nacional de Salud, cada año hay en el estado más de 23 mil adolescentes que sufren algún tipo de agresión física.
Alrededor de 20 mil son atacados a golpes, patadas y puñetazos.
Otros 1,600 son agredidos con objetos cortantes y 1,400 sufren otro tipo de ataques.
Catorce mil ataques ocurren en la escuela.
Es decir, el equivalente al 42% de las agresiones están vinculadas al bullying.
Acuchillan a menor22 veces
El viernes 18 de abril, Juan fue apuñalado cerca de su casa por pandilleros.
Aquel día, el joven de 17 años de edad salió de su casa, ubicada en Balcones de la Joya, en compañía de su hermano Luis.
Eran aproximadamente las 6 de la tarde cuando los hermanos vieron que integrantes de una pandilla rival los seguían.
Ambos corrieron y Luis alcanzó a llegar a casa a salvo; después de un rato se preocupó al ver que su hermano no llegaba y junto con su mamá fueron a buscarlo.
La sorpresa llegó cuando lo encontraron tirado y bañado en sangre a unas tres cuadras de su casa. De inmediato lo llevaron al Hospital General de León, en donde fue atendido de urgencia, pues recibió 22 puñaladas con un cuchillo cebollero.
Le perforaron un pulmón y el hígado; además, una puñalada casi le tocó el cerebro, y una más le cortó un pedazo de oreja.
Los doctores tuvieron que mantenerlo sedado por dos semanas y las probabilidades de que volviera a su vida normal eran mínimas.
Después de un mes internado, Juan pudo volver a su casa, pero aún no puede estar erguido.
Lo atacan a machetazos
Óscar, un adolescente integrante de la pandilla ‘Chamalocos’, fue atacado a machetazos por integrante de la pandilla rival ‘Villa Locos’.
El ataque ocurrió en marzo, en la colonia Villas de San Juan, cuando Óscar regresaba a su casa en compañía de su primo Carlos, tras acudir a una fiesta.
Cuando ya estaban cerca de su casa, ocurrió una riña campal de la pandilla ‘Villa Locos’. Las botellas y piedras se veían volar. Para evitar ser alcanzado por alguno de los proyectiles, Carlos corrió a casa de su primo, donde se resguardó del ataque.
Óscar quedó en medio de la riña campal.
Tras dos horas de no saber nada de su primo, tocaron a la puerta. Carlos abrió y observó que cuatro personas cargaban a Oscar.
“Esos cuates (los pandilleros) me agarraron y me machetearon”, dijo Oscar a punto de desmayarse.
Con lesiones en la espalda y el hombro derecho fue trasladado al hospital, con la ropa ensangrentada. Los médicos reportaron que tenía lesiones ocasionadas por 10 machetazos. Estuvo a punto de morir.
“Andaba enojado, no sabía ni quién había sido. Después me enteré que los Villa Locos se habían manchado”, dijo Carlos, de 14 años, quien tiene presente el momento en que al abrir la puerta vio a su primo ensangrentado.
Aseguró que ni él ni su primo intervinieron en el pleito, pero Óscar no alcanzó a correr y los pandilleros lo atacaron a machetazos.
Asaltan a niño a golpes
Como muy tranquilo es como vecinos y su propia madre describen a Juan, un niño de 11 años que el mes pasado fue víctima de violencia por parte de dos vecinos.
El ataque ocurrió en la colonia Constituyentes, luego de que los vecinos de 12 y 14 años le pidieran a Juan el dinero que traía para ir a comprar pan y leche que su mamá le había encargado.
Al negarse a darles el dinero, Juan fue insultado y amenazado de que lo iban a golpear.
En cuanto vio la oportunidad de zafarse, Juan corrió, pero uno de sus vecinos tomó una piedra y se la lanzó, provocando que el niño se tropezara.
En ese momento el otro vecino se le dejó ir y le dio una patada en el estómago. Una mujer salió de su casa e intervino para salvar a Juan del ataque.
“Cuando mi hijo fue a la tienda eran como las 9:30 de la noche, a esa hora estaba la calle muy tranquila por lo que no hubo nadie que le pudiera ayudar, hasta que salió una vecina”.
El niño fue llevado al hospital, debido a que sangraba de la cabeza.
Matan a 23 al año
Pedro Juan Rocha, a quien apodaban ‘El Perico’, fue asesinado a balazos cuando regresaba a su casa después de comprar una hamburguesa para cenar.
El menor, de 14 años de edad, fue atacado por un hombre que viajaba en una motocicleta.
El agresor disparó dos veces y huyó junto con un cómplice.
Este ataque ocurrió la noche del pasado 16 de enero, en el cruce de las calles Madre Tierra y Valle de Cureño, en la colonia Valle de San José de León.
Una semana antes, un adolescente de 16 años de edad fue asesinado de una puñalada en Cañada de Ricos, por ayudar a un amigo en un pleito.
El asesino fue otro menor, también de 16 años, quien cometió el crimen con una navaja tipo ‘mariposa’.
El 9 de febrero, un adolescente falleció tras recibir varios impactas de bala al salir de un antro ubicado sobre el bulevar Campestre, en la colonia Casa Blanca.
Supuestamente el crimen ocurrió tras una riña ocurrida en el antro.
Otro asesinato de un menor sucedió el pasado 6 de abril en la colonia Arboledas del Refugio.
Aquel día, Jorge Alberto Solorio, un adolescente a quien apodaban ‘El Crucito’, murió apedreado por integrantes de la pandilla ‘Los Jocker’.
Todos los anteriores casos ilustran un problema creciente: los homicidios de menores de edad.
De acuerdo con cifras oficiales del Poder Judicial de Guanajuato, en 2010 hubo sólo cuatro menores involucrados en homicidios, mientras que entre 2011 y 2012 sumaron 45 los asesinatos cometidos por niños y adolescentes en el estado, una tercera parte de ellos en León.
Un informe de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Guanajuato revela que en 2013 fueron asesinados 23 menores de edad, de los cuales el 20% de los casos fueron niños de 0 a 5 años, el 30% de 6 a 15 años de edad y casi la mitad de las víctimas fueron adolescentes de 16 a 17 años.
Este año se mantiene una tendencia a la alza en asesinatos de menores.