Las muros de los edificios del bulevar Mariano Escobedo están rayados con graffiti a lo largo y ancho, incluso en las partes altas de las viviendas.
De acuerdo con los vecinos y comerciantes de la zona, las autoridades municipales no han hecho algo por detener este problema, que desde hace varios años viven día a día.
Comentaron que más tardan en hacer el trabajo de limpieza que en lo que cae la noche y los vándalos se acercan a pintar las cortinas y las paredes de sus hogares y negocios.
Incluso aseguraron que se suben a las casas para pintar las partes altas, sin importarles si están habitadas por familias.
Raúl López, vecino de la zona, dijo que ya no tiene caso avisar a las autoridades de los graffitiros, pues no hacen algo para mejorar la imagen de la zona y mucho menos para detener a los responsables.
Contó que hace unos meses, vio a un joven rayando una pared vecina a su negocio, le dijo que no lo hiciera, pero el muchacho no le hizo caso y lo golpeó en la cara con un plumón. “Usted no se meta”, dijo el joven de unos 17 años al comerciante de 62.
El graffiti es un problema que preocupa cada vez más a los vecinos, pues además de que se meten a sus casas, a los graffiteros no les importa la hora en que lo hacen ni quién los vea. A veces a plena luz del día.
Finalmente, los vecinos dijeron estar cansados de limpiar y gastar en pintura que no dura más de una noche, pues en cuanto los vándalos ven que está limpio, rayan para ganar más espacios blancos en la ciudad.