Google empezó a aceptar solicitudes de aquellos europeos que deseen que borre aquella información poco halagadora de sus resultados de búsqueda.
Los pedidos pueden ser presentados en una página que la firma dominante de búsquedas en internet en el mundo abrió el jueves por la noche en respuesta a un fallo histórico emitido hace dos semanas por la corte de mayor rango de Europa.
La decisión ofrece a los europeos los medios para pulir su reputación en línea, haciendo una solicitud al buscador Google y otros motores de búsqueda para que eliminen enlaces potencialmente dañinos a artículos periodísticos y cibersitios con información vergonzosa sobre sus actividades pasadas.
El cumplimiento por parte de Google pone a la compañía en una posición espinosa, de tener que equilibrar por un lado las preocupaciones sobre la invasión de la privacidad y el “derecho a ser olvidado” y por el otro los principios de libertad de expresión y “el derecho a saber”.

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