La improductividad de un empleado no necesariamente se debe a la holgazanería.
Su inactividad laboral puede deberse a problemas músculo esqueléticos, trastornos del sueño así como la depresión y la ansiedad por problemas con la pareja e hijos.
De acuerdo con un estudio realizado por investigadores de la UNAM en una muestra de 900 trabajadores en 9 empresas del DF y Guanajuato, 40 por ciento de ellos presenta algún nivel de improductividad.
De ellos, una enfermedad física bajó de forma temporal su rendimiento en 25 por ciento de los casos y en el 15 por ciento restante, éste se debió a problemas emocionales.
Horacio Tovalín Ahumada, coordinador académico de la especialización en Salud en el Trabajo de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza de la UNAM y quien dirigió esta investigación, explica que se denomina presentismo cuando los trabajadores acuden a laborar pero no rinden como deberían.
“Hay dos tipos: el presentismo positivo es cuando a pesar de que el trabajador está enfermo de gripa, por ejemplo, va a su trabajo y cubre las cuotas laborales”.
Sin embargo, la enfermedad le impide ejecutar adecuadamente sus tareas, así que hay un impacto negativo en la productividad, además de que su recuperación es más lenta.
En el presentismo negativo, en apariencia no hay enfermedad y aún así el trabajador es improductivo.
El académico explica que, en estos casos, puede ocurrir que el trabajador sufra trastornos de sueño o tenga problemas con la pareja. Cuando la gente empieza a faltar mucho con diferentes pretextos, es un caso ya extremo de ausentismo. La evidencia clara de malestar del trabajador es el ausentismo injustificado.
Comentó que estudios en Estados Unidos revelan que el presentismo afecta entre el 1 y 2 por ciento de la productividad por cada problema de salud física o mental que padece el trabajador.
Por otra parte, el psicólogo Mario Maurice de Dios Yépez, asesor especializado en bienestar integral para empresas, afirmó que las problemáticas que más horas laborales restan entre los trabajadores están relacionadas con situaciones de separación y divorcio, la crianza de los hijos, principalmente los problemas de adolescentes, la depresión y las adicciones personales o de algún familiar directo. Indicó que estadísticas del Programa de Asistencia del Empleado de Asistencia Empresarial, las cuales se realizaron a 50 mil trabajadores, 80 por ciento mexicanos, reveló que en promedio pierden entre 5 y 6 horas semanales de trabajo por esas problemáticas.
Una manera de contrarrestar la situación, coinciden ambos especialistas, es que las empresas ofrezcan a sus trabajadores servicios psicológicos.
Para Tovalín, es fundamental que a los trabajadores se les proporcionen estímulos, y no necesariamente económicos, pues muchos trabajan sin éstos y se sienten desmotivados.
Para reflexionar…
Los síntomas que revelan que los trabajadores están desmotivados pueden ser:
-Entrega de trabajo a destiempo.
-Quejas justificadas de clientes o jefes.
-Aislamiento, poca interacción con jefes y compañeros.
-Mala relación con jefes y compañeros.
-Aspecto personal descuidado.
-Impuntualidad.
-Accidentes laborales frecuentes.
-Ausentismo no justificado.
-Bajo rendimiento laboral.
Cómo motivarlos
Para estimularlos se recomienda lo siguiente:
-Mejorar la comunicación con el empleado. Que conozca las metas y lo que se espera de él.
-Reconocimiento moral por el cumplimiento de metas e iniciativas. Un ejemplo es hacer público quién fue el mejor empleado del mes.
-Programa de capacitación continua.
-Consejería psicológica permanente.
-Apoyo para resolver sus problemas de salud.
-Programas de satisfacción laboral, (actividades como yoga).
Autovaloración
Si usted es improductivo:
-Analice dónde está su motivación y búsquela.
-Si ya no está a gusto en su trabajo reflexione sobre los cambios que debe realizar para mejorar su situación, incluido un cambio de empleo.