Para el Heat de Miami, lo importante sucede en junio.
Julio puede esperar.
Hace cuatro años, cuando LeBron James profirió su malhadada frase —”no dos, no tres, no cuatro, no cinco…”— sobre la cantidad de campeonatos que esperaba ganar con el Heat, ésta se convirtió casi inmediatamente en un chiste. Pero en un sentido parece profética, ahora que el Heat disputará la final de la NBA por cuarta temporada consecutiva.
El resultado de la nueva final contra los Spurs de San Antonio podría determinar lo que sucederá en julio, cuando James, Chris Bosh y Dwyane Wade pueden optar por declararse agentes libres si lo desean. Las decisiones a tomar una vez finalizada la temporada son tema tabú para los llamados tres grandes del Heat, y Wade insistió el lunes que los astros de Miami no han intercambiado una sola palabra sobre lo que pudiera o no suceder.
“No miento”, dijo Wade.
Con todo, mientras sigan los triunfos de Miami, parece sensato pensar que los tres seguirán juntos.
“Quiero volver. Eso puedo decirlo”, dijo Bosh después del primer entrenamiento del Heat de cara a la final, que comienza el jueves en San Antonio. “No puedo hablar por otros y no quiero desviarme del tema, pero me gusta aquí. Es Miami. Con eso está todo dicho. Hay gente que se mata por venir aquí”.
Sea cual fuere el desenlace de esta serie entre el Heat y los Spurs, habrá cambios en Miami, un rito que se repetirá en casi todos los equipos. James, Wade y Bosh pueden optar por terminar sus contratos vigentes. Shane Battier se retira, Ray Allen podría imitarlo en tanto Mario Chalmers, James Jones y Rashard Lewis son destacados agentes libres a la espera de ofertas.
Ganar un tercer título consecutivo podría facilitar enormemente la decisión de irse o quedarse. Y Wade cree que el legado de Miami está asegurado.
“Al fin y al cabo, el legado de este equipo, será un gran equipo”, dijo Wade. “Pasará a la historia como un equipo increíble, no solo en el sur de la Florida sino en la NBA”.
Dadas las circunstancias, es fácil comprender por qué se presta tanta atención a la unidad de este equipo.
Bosh, Wade y James dijeron muy claramente que no permitirán que el verano de 2014 se transforme en un circo como el de 2010, cuando los tres se volvieron agentes libres y decidieron juntarse.
Al comienzo de la temporada, James dijo que sus compañeros “conocen mi posición” con respecto al futuro. Y el lunes dijo que no se pondría a pensar en el impacto que esta final tendrá para el legado que ha creado el Heat durante las últimas cuatro temporadas.
“Yo vivo el momento”, afirmó James. “Es casi lo mismo con mis logros individuales. Nunca termino de comprenderlos. Solo podré comprenderlos cuando deje de jugar”.
Battier dijo que todos pensaban lo mismo.
“Tenemos un conjunto de tipos que siguen la corriente”, señaló. “Cuando los tres grandes firmaron contrato se hablaba de legado y de historia. A esta altura es pura teoría. Una vez que uno viste la camiseta tiene que competir con todo lo que tiene y ponerse en situación de ganar, que es lo que hacemos nosotros”.
Heat concentrado en Final
Heat disputará la final de la NBA por cuarta temporada consecutiva.