Las lluvias del fin de semana convirtieron en un lodazal las áreas donde se realizan las obras de la Ruta del Peatón en el Centro Histórico.
Un problema que se suma ahora a las bajas ventas y a la poca afluencia en las calles 20 de Enero y Justo Sierra, en el tramo de Belisario Domínguez a Álvaro Obregón.
A decir de comerciantes de la zona, el cierre de estas calles desde el lunes anterior ha provocado una baja considerable en sus ingresos.
Pero el lodazal les genera mala imagen a sus establecimientos, además de que están preocupados porque su mercancía o negocios puedan ensuciarse.
“El clima no ha sido muy favorable, como aquí esta la construcción, las ventas han disminuido, el sábado tuvimos menos ventas que entre semana, y antes eran bastante buenas porque entraba mucha gente”, dijo Monserrat Galván, vendedora de una tienda.
“(El lodazal) nos afecta bastante, porque dicen que van a abrir la calle y no nos van a dejar banqueta, y las personas luego entran con lodo, nos ensucian y como aquí son vestido, se pueden ensuciar”, añadió también la comerciante.
En un recorrido, se pudo observar que la gente tiene que pasar a través del lodo para cruzar las calles.
Lo mismo tienen que hacer los proveedores que cargan diablitos de mercancía que entregan en los establecimientos.
Alejandra González, empleada de otra tienda, sostuvo que debido a las obras y el lodo, a la gente ya no le gusta pasar por estas calles.
“Están bajando las ventas mucho, y sí pasa gente pero no mucha, antes pasaban los carros y se paraban y ahora ya no se paran.
“Cuando no llovía se hacía mucho polvo por la tierra, ahora llueve y se hace lodo. Por eso la gente no pasa”, agregó Alejandra González.
Juan González, vendedor de una zapatería, dijo que con obras o sin obras las ventas permanecen bajas y por el momento, ni la Ruta del Peatón ni las lluvias han sido factor para la disminución de ingresos.
“Las ventas antes de las obras estaban igual, muchos se quejan, pero las ventas en general están mal”, añadió también el comerciante.

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