Nada más sentarse frente a frente en la biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano, el Papa Francisco preguntó a los reyes por las circunstancias del relevo de la Corona en España, a lo que Felipe VI respondió que está viviendo un momento “intenso, pero tranquilo”. A continuación, y ya a solas, el Papa y los reyes conversaron durante 40 minutos de cuestiones tan diversas como el paro juvenil en España, las relaciones Iglesia-Estado, Iberoamérica o el reciente viaje de Jorge Mario Bergoglio a Tierra Santa. El Rey se despidió del Papa recordándole la invitación a asistir en 2015 a la conmemoración del quinto centenario del nacimiento de Santa Teresa: “Espero verle pronto en España”. Bergoglio, dirigiéndose a la reina Letizia, dijo: “Con la esperanza de volver a verla pronto”.
El primer viaje de los reyes al extranjero se ciñó a una visita rápida a El Vaticano marcada por la cordialidad y el buen humor. Felipe VI aprovechó una anécdota del reciente viaje de los reyes Juan Carlos y doña Sofía para bromear con Bergoglio. En aquella ocasión, y ante la duda de quién tenía que entrar primero en una estancia, el Papa cedió el paso a don Juan Carlos diciéndole: “Los monaguillos primero”. Felipe VI se dirigió directamente a la puerta de la biblioteca diciéndole al Papa: “Los monaguillos primero, ¿no?”. Bergoglio, sonriendo, le contestó: “Así es, así es, ¿se lo ha dicho su padre?”.
De las recepciones oficiales del Papa a mandatarios extranjeros sólo trasciende la química que se vislumbra entre ambas partes. Lo sustancial transcurre en privado, a puerta cerrada, y tanto la Casa del Rey como El Vaticano suelen informar de los temas genéricos tratados. En esta ocasión la Santa Sede subrayó que se abordó “la importancia de favorecer el diálogo y la colaboración entre Iglesia y Estado por el bien de toda la sociedad española”.
Durante el habitual intercambio de regalos y el saludo protocolario a la comitiva de los reyes, al Papa Francisco se le vió relajado y en buena forma, después de que la semana pasada cundiera una cierta alarma por su estado de salud al anular la asistencia a un acto que tenía previsto. De hecho, después de que Bergoglio repartiera los rosarios a la delegación española, Felipe VI le hizo notar que se le habían acabado sin que le entregara el suyo al fotógrafo oficial de la Casa del Rey, lo que el Papa arregló de inmediato abriendo un armario y haciéndole entrega al fotógrafo de su recuerdo. Los reyes entregaron al Papa un facsímil del “Oráculo manual y arte de la prudencia” del jesuita Baltasar Gracián, mientras Bergoglio les regaló un ejemplar de la exhortación apostólica “Evangelii gaudium”.
Felipe VI y Letizia se reúnen con el Papa
Felipe y Letizia se entrevistan con el Pontífice en El Vaticano y abordan importancia de trabajar juntos por el bien de España.