Tomando nota de que numerosos partidos se están decidiendo en los minutos finales, Francia reservó lo mejor de su repertorio para las postrimerías del encuentro y derrotó el lunes a Nigeria 2-0 con un tanto de Paul Pogba y otro en contra, cuando muchos palpitaban un alargue en los octavos de final de la Copa Mundial.
Pogba, volante de Juventus de 21 años, anotó de cabeza a los 79 minutos, luego de una mala salida del arquero Vincent Enyeama ante un tiro de esquina, y en tiempo de reposición un buscapiés de Mathieu Valbuena rebotó en el nigeriano Joseph Yobo y terminó adentro de su arco.
Francia avanzó así a los cuartos de final, en los que espera al ganador del partido que más tarde disputaban Alemania y Argelia.
Los franceses, vencedores del Grupo E, cedieron mayormente la iniciativa a su rival y trataron de sorprender a los africanos con la velocidad de Valbuena y de Pogba. La fórmula dio resultado, ya que ambos fueron las figuras de su equipo. Pero los europeos tuvieron que esperar para definir el duelo.
Nigeria tuvo la iniciativa buena parte del encuentro, pero se mostró muy imprecisa y estuvo apenas dos veces cerca del gol, con tiros de Emmanuel Emanike y de Peter Odenwingie que encontraron buena respuesta en el portero francés Hugo Lloris.
A los 18 minutos, el árbitro estadounidense Mark Geiger anuló un gol de Emanike por una posición dudosa.
“Fue un buen partido y creo que el marcador no refleja lo que sucedió en el terreno”, expresó el técnico de Nigeria Stephen Keshi, quien logró conjuntar al vestidor de Nigeria.
De contragolpe al principio y con un ataque frontal en la última media hora, los franceses generaron mucho más peligro y Eneyama evitó varias veces la caída de su arco, primero ante un tiro de Pogba desde 15 metros a los 21 minutos y posteriormente ante remates de Karim Benzema y Antoine Griezmann, cuyo ingreso por Olivier Giroud a los 62 minutos le dio más pegada al ataque “bleu”. Un remate suyo fue devuelto por el travesaño.
Benzema, autor de tres goles en lo que va del torneo, pasó mayormente inadvertido, aunque sobre el final estuvo dos veces cerca de anotar. En ambas ocasiones, no obstante, Eneyama le ahogó el grito de gol, en una de ellas con la colaboración de Kenneth Omeruo, que despejó sobre en la raya un balón que el arquero había manoteado.

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