José María Chávez Magaña, líder de la Familia en el Estado de México, encontró un refugio seguro… cerca de una base militar.
Aficionado a las carreras de caballos, en noviembre del año pasado adquirió una propiedad en la comunidad Rancho Mitad de Noria y la equipó con equinos cuarto de milla.
Cada domingo organizaba carreras en una pista que construyó cerca de su propiedad.
A tres kilómetros de distancia de su rancho se ubica una base milita sobre la carretera federal Pénjamo-La Piedad y la cual logró burlar, pese a circular en camionetas de lujo y escoltado por personas armadas.
Pero además de esquivar la vigilancia militar también burló el proyecto estatal de seguridad Escudo, implementado por el Gobierno del Estado, en el que se invirtieron 2 mil 700 millones de pesos.
“El Pony” pasó inadvertido para las autoridades estatales y municipales.
“Nos sorprendió, no teníamos información de que se ocultara en este municipio”, señaló el alcalde priísta de Pénjamo, Jacobo Manríquez Romero.
Cuando llegó a Rancho Mitad de Noria, el presunto narcotraficante ocultó su actividad.
Una vez que tuvo relación con habitantes y entró en confianza con ellos decidió contratar a jóvenes para emplearlos en labores de su rancho.
Tuvo desde caballerangos hasta quienes le hacían la limpieza o bien vigilaban la actividad en el poblado.
Octavio, de 75 años de edad y quien nació en esta comunidad, recordó que “El Pony” nunca armó ningún pleito.
Entraba y salía de la población en camionetas último modelo y seguido de escoltas armados.
“Nunca tuvo una dificultad para transitar por la carretera federal o por este lugar, siempre se portó decente”, comentó.
En las carreras de caballos, “El Pony” llegó apostar hasta un millón de pesos, según testigos, con personas que arribaban en camionetas con placas de circulación de Michoacán, Chihuahua, Tamaulipas, Estado de México y Distrito Federal.

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