Tuvieron que pasar más de 120 minutos para que a los argentinos que radican en León, les “volviera el alma al cuerpo” mientras disfrutaban del encuentro mundialista entre su selección y Holanda.
Entre cortes de carne y variedad de vinos, los restaurantes argentinos de la ciudad recibieron a cientos de oriundos de aquel país, o amigos de ellos, que no quitaban los ojos de las pantallas esperando el anhelado gol.
Luego de 90 minutos de partido, más 30 de tiempos extras, bastó que Holanda fallara el primer penal para que la ilusión acompañara a los argentinos, que finalmente disputarán la final en contra de la selección alemana.
En el Rincón Gaucho, Akiva Boclin estaba seguro desde el principio que Argentina haría un buen papel.
“Veo un partido muy parejo, Argentina puede llegar a un 1-0 o 2-1. Ahora que vamos contra Alemania no nos vamos a achicar, siete goles no nos asustan”, opinó el argentino quien está en la ciudad por negocios.
Verónica Pratti, quien tiene cinco años en México, también disfrutó del encuentro futbolero.
“Desde que inició el Mundial siempre veo los partidos con la camiseta puesta, a veces me toca traer bata porque trabajo en un hospital, pero eso sí, no me quito la camisa”, compartió.
Y hubo quienes “dividieron su corazón” con los equipos finalistas, como Roberto Nova, de ascendencia alemana y argentina.
“Hincho por los dos equipos, pero Argentina tiene a Messi, además el Papa no sé si les mandó la bendición pero sí hay una intervención divina, se están salvando de todo”, bromeó.
Al ex futbolista Jorge Davino, quien estuvo acompañado de familiares y amigos en su restaurante “Nostalgia”, le regresó la sonrisa en los penales.
“Argentina fue muy superior, vamos bien, qué bueno que le ganamos a Holanda para vengarnos de que nos ganaron (a México) con un penal que no fue”, declaró.

…Y sufren
holandeses

Richard Bender, Gerard Kemirink y su esposa Laura esperaban ansiosos el triunfo de Holanda sobre Argentina, pues tenían la seguridad de que la “Naranja Mecánica” pasaría a la final del Mundial hasta que la ronda de penales les arrebató la ilusión.
Los preparativos ya estaban en curso y Gerard y Laura se preguntaban dónde verían la final de la Copa; Messi jugaba fatal y los holandeses atacaban constantemente, lo que reforzaba el concepto de “Holanda campeón”.
Por desgracia el gol nunca llegó, el partido se prolongó a tiempos extra para pasar a la ronda de penales, donde los albicelestes se impusieron.
“Aunque estamos tristes, hay que aceptar que sólo es un juego, no pasa nada”, dijo Laura. (Luis Armando Espinosa)

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