Ayer el presidente Barack Obama estuvo a tan sólo 800 kilómetros de una de las mayores crisis humanitarias que ha experimentado su Gobierno: miles de niños centroamericanos que han cruzado la frontera solos, detenidos por la Patrulla Fronteriza.
Una realidad que no vio con sus propios ojos, en su visita a Texas, donde las tensiones frente al problema crecen día a día.
Sin duda es el estado donde la crisis ha alcanzado su clímax, el lugar donde se ha concentrado el ingreso de familias y niños no acompañados provenientes de El Salvador, Honduras y Guatemala, que para finales de 2014 alcanzarán los 90 mil, según estimaciones gubernamentales.
Pero eso no logró disuadir a los asesores del Presidente, quienes no cedieron frente a las múltiples críticas hacia el Mandatario por no viajar a sectores como el Valle de Río Grande.
En su lugar, mantuvo una reunión con líderes locales y con uno de sus más duros críticos, el gobernador Rick Perry.
Barack Obama dijo que estaba abierto a todas las sugerencias del Gobernador de Texas, sobre cómo hacer frente a la ola de menores centroamericanos, y exhortó al Congreso a aprobar más fondos para poder implementar esas y otras ideas.
Dijo que estaba dispuesto a considerar el envío de la Guardia Nacional a la frontera, como sugirió Perry, pero advirtió que sería sólo una solución temporal.
Perry pidió además a Obama autorizar el uso de drones para identificar tráfico ilegal y nuevamente solicitó al Presidente que visite la frontera para ver la situación de primera mano.
“No hay nada que el gobernador haya indicado que le gustaría ver a lo que yo tenga una objeción en principio”, dijo Obama después de la reunión.
“Estuve con el Presidente en Texas luego de la matanza de Fort Hood en 2009 y este año. He estado con el Mandatario en el funeral de los rescatistas, luego de la explosión en West. Es desconcertante ver su obstinación, ver que se niega a visitar el Valle de Río Grande y ser testigo de la crisis humanitaria con sus propios ojos”, lamentó el senador republicano de Texas John Cornyn.
No es el único que deplora la decisión de Obama. También el otro senador republicano de este estado, Ted Cruz, además John McCain y Jeff Flake, senadores de Arizona, han criticado la decisión de la Casa Blanca respecto al viaje.

Usarán antigua cárcel

Una cárcel clausurada en el oeste de Texas podría convertirse en un centro para alojar a cientos de niños centroamericanos no acompañados que entran a Texas por la frontera con México.

El gerente municipal Mike Arismendez dijo al diario Lubbock Avalanche-Journal que está discutiendo el tema con el Servicio de Inmigración y Aduanas.
El Centro de Detención Bill Clayton fue construido hace 15 años por la municipalidad de Littlefield, pero se ha convertido en una carga económica desde su cierre en 2009.

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