Argentina regresó a la final de una Copa del Mundo tras 24 años. Sin duda, un paso al frente tras ser eliminada en cuartos de final en 2010 y 2006, y ni siquiera superar la fase de grupos en 2002.
Pero un muy pequeño consuelo para Lionel Messi y compañía.
Alemania fue de nuevo el verdugo de Argentina al vencerla el domingo 1-0 en la final del Mundial de Brasil. Un oponente demasiado familiar para la Albiceleste, que cayó ante los germanos en los dos mundiales anteriores. Además, fue el mismo país que le ganó 1-0 en la final de Italia 1990.
La generación de Messi llegó al torneo con la edad y el punto de madurez ideal. En Rusia 2018, Messi tendrá 31 años y futbolistas como Pablo Zabaleta, Javier Mascherano y Martín Demichelis probablemente ya no estén. La primera piedra de una incierta renovación podría ponerse en la Copa América 2015 de Chile.
Argentina fue de menos a más en Brasil. Messi había firmado su peor temporada desde que explotó su talento en el Barcelona y Alejandro Sabella dudó con el sistema. Pero el técnico supo adaptarse. El equipo ganó en seguridad defensiva y se volvió más “conservador”, tal y como lo definió Sabella antes de la final.
“En líneas generales estoy muy orgulloso, los muchachos hicieron un Mundial extraordinario, de menor a mayor”, consideró Sabella. “Fue un espectáculo emocionante verlos cómo se entregaron uno por el otro, como se entregaron por la camiseta argentina, cómo se entregaron por el grupo”.
Messi lideró con cuatro goles el camino perfecto de Argentina en la fase de grupos, donde se impuso ante Bosnia, Irán y Nigeria. En los cruces, sufrió de lo lindo. Pero aparecieron Angel Di María para derribar el muro suizo en octavos y Gonzalo Higuaín para imponerse a Bélgica en cuartos, en ambos casos con idénticos 1-0. En ese proceso, Sabella encontró el equipo.
En el caso de Enzo Pérez fue el cambio obligado por la lesión muscular de Di María ante los belgas, uno de los mejores de la Albiceleste hasta ese momento. Pero también modificó algunos nombres importantes. Reemplazó al central Federico Fernández por Martín Demichelis y metió a Lucas Biglia por Fernando Gago para acompañar a Messi.
Con ese equipo, ya sin Di María, Argentina derrotó a Holanda en los penales, después de 120 minutos sin goles, y avanzó a la gran final. Higuaín, Messi y Rodrigo Palacio tuvieron oportunidades claras de gol contra Alemania. Pero fue finalmente Mario Goetze quien anotó para dar el triunfo y su cuarta corona mundial a los europeos.
Los números de Argentina fueron ocho goles a favor y cuatro en contra. Muy lejos de las 18 dianas de Alemania, por ejemplo.
A partir de ahora, Argentina abre un compás de espera. Hay muchas dudas sobre la continuidad de Sabella, que el propio entrenador todavía no ha despejado. En cuanto a jugadores, no existe un proyecto de futuro definido. Más allá de la continuidad de futbolistas como Messi y Sergio Agüero, la cantera no viene despuntando. Argentina no clasificó al Mundial sub20 de Turquía el año pasado.
Argentina se queda a un paso de la gloria
Alemania fue de nuevo el verdugo de Argentina al vencerla el domingo 1-0 en la final del Mundial de Brasil.