El padre Aurelio Gómez, en la Parroquia de la Asunción dijo ayer en su homilía: “Brotó, creció y dio fruto, así también nosotros, hermanos, escuchamos a veces la Palabra de Dios, pero no la meditamos y no damos los frutos esperados”.
Lo anterior lo dijo al hablar sobre la ‘Parábola del Sembrador’, donde exhortó a los fieles a meditar sobre la Evangelio, “así como la Virgen María meditaba la Palabra de Dios en su corazón y luego la ponía en práctica sirviendo a los demás”.
Indicó que así como la lluvia cae del cielo y empapa la tierra “la Palabra de Dios debe caer en nuestro corazón, para que luego dé fruto y ese fruto permanezca para siempre”.
Dijo que esto se logra siendo más caritativos, comprensivos y misericordiosos, siguiendo el ejemplo de Jesús para con la humanidad, “por eso hermanos, hoy el Señor nos invita a que meditemos la Palabra de Dios para ponerla en práctica en nuestro trabajo, en nuestra familia, en nuestra comunidad”.
Sobre las penurias, dijo que no hay qué caer en la desesperación y hay que sufrir con paciencia, “después vamos a gozar de la gloria de Dios, por eso hay que sufrir con paciencia y tener fe, hay que ofrecerle a Dios nuestros sufrimientos”.
Y exhortó a la feligresía el leer y meditar las Escrituras, buscando un espacio del día para leer un trozo del Evangelio y meditarlo, “descubrir lo que el Señor me pide, lo que quiere que yo hable, que yo haga, no sólo escuchar la Palabra de Dios, y se nos olvide lo que hemos escuchado”.
, sentenció.

Finalmente dijo a los fieles que deben pedir a Dios sus bendiciones así como su ayuda para que cada día “nos acerquemos a la Sagrada Escritura, meditar la Palabra de Dios y ponerla en práctica en nuestra vida, para que imitemos la vida de nuestra Virgen María; siempre humildes y sencillos”, señaló.
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