Sylvia Matthews Burwell, secretaria de Salud y Servicios Humanos federal, se reunió el domingo en privado con decenas gobernadores en momentos que el gobierno del presidente Barack Obama trata de conseguir apoyo de los líderes estatales que albergarán a miles de niños centroamericanos que han cruzado solos la frontera con México desde el 1 de octubre.
Gobernadores de ambos partidos expresaron preocupación sobre el costo de atenderlos, como la educación pública a los menores, según los que asistieron a la reunión. Burwell salió de la junta por una puerta lateral sin hablar con reporteros.
“Nuestros ciudadanos ya están agobiados por todo tipo de inconvenientes. No quieren ver venir otra carga sobre su estado”, dijo el gobernador de Colorado, John Hickenlooper, que es demócrata. “Sin embargo, tenemos que atender los aspectos humanitarios de esto, tenemos que hacerlo de la manera más económica posible”.
El gobernador de Wisconsin, Scott Walker, el de Nueva Jersey Chris Christie y de Iowa Terry Branstad estuvieron entre los republicanos más críticos. Criticaron los planes del gobierno federal de colocar a los niños con amigos o familiares sin verificar su estatus de inmigración.
Según la ley en vigor, los niños que llegan sin autorización de países que no tienen frontera con Estados Unidos y que ingresan al País solos son entregados a Salud y Servicio Humanos en un plazo de 72 horas. A partir de ahí, con frecuencia los entregan a sus padres o a familiares que ya viven en Estados Unidos, mientras esperan que los tribunales de inmigración decidan su futuro. Ese proceso demora años.
Obama busca apoyo de gobernadores
El Presidente de Estados Unidos trata de conseguir el apoyo de los mandatarios para albergar a miles de menores migrantes que han cruzado la frontera