El doctor Sanjaya Rajaram, un mexicano naturalizado nacido en la India, fue seleccionado con el Premio Mundial de Alimentación 2014, el “Nobel” de la agricultura, por sus investigación en torno al mejoramiento de variedades de trigo.
Nuria Urquía, representante de la FAO en México, aseguró que las contribuciones del científico han derivado en el desarrollo de 480 variedades mejoradas de trigo que se aprovechan en 51 países, en más de 58 millones de hectáreas.
“Estas variedades no son sólo mas productivas, sino más resistentes a plagas y enfermedades, y adaptadas a una infinidad de latitudes y suelos, lo que ha permitido contribuir a la alimentación alrededor de todo el mundo, pues el trigo es la base de alimentación de 4 mil 500 millones de personas en el mundo”, dijo.
Este reconocimiento le será entregado el 15 de octubre en Des Moines, Iowa, y es el mayor galardón internacional a quienes han coadyuvado al desarrollo de la humanidad, a través de la mejora de la calidad y disponibilidad de alimentos.
La mayor parte de sus investigaciones fueron conducidas en México en el Centro Internacional para el Mejoramiento del Maíz y el Trigo (CIMMYT) desde 1969, donde trabajó al lado del científico estadounidense Norman Borlaug, el “padre de la Revolución Verde”.
En conferencia de prensa, Sanjaya Rajaram, subrayó la importancia del desarrollo de múltiples variedades de los cultivos, como una estrategia pez garantizar la disponibilidad de alimentos frente a desafíos como el cambio climático, la presencia cada vez mayor de plagas y enfermedades y el deterioro de los suelos.
“Contar con muchas variedades distintas es lo que puede hacer la diferencia entre poder se capaces de producir los alimentos que necesitamos o no, pues si sólo tenemos una o dos variedades y mañana se presenta una epidemia o alguna plaga o una sequía prolongada, no tendríamos manera de hacerle frente”, explicó.
Enfatizó que tanto en México, como en el resto del mundo es también fundamental la formación de agrónomos jóvenes, que trabajen de la mano de los agricultores en el campo para que entiendan las verdaderas necesidades que ellos tienen y co tributan de mejor manera con la transferencia de sus conocimientos.
En cuanto a la producción de trigo del País, aseguró que, si bien la producción es buena y tiene aún un importante potencial de crecimiento en rendimiento del cultivo, es importante que se incentive la producción de las variedades que realmente demanda el mercado, como es el caso del trigo harinero.