Junto a dos trofeos, todos se ven más guapos.
Los Esmeraldas del León se tomaron la foto oficial para el torneo Apertura 2014 de la Liga MX. Su mejor “maquillaje” fue la pareja de trofeos ganados en las dos temporadas recientes y la mejor locación fue el escenario de esas conquistas: el césped del estadio Nou Camp.
Luis Montes, lesionado hace casi dos meses en un amistoso con la Selección, le puso la mayoría de las sonrisas a una jornada de por sí relajada, en la que los Verdes olvidaron la derrota ante América y así parecieron desintoxicarse rumbo al choque con los Tigres, en la Jornada 2.
Montes llegó al campo apoyado en una muleta. Varios lo abrazaron, algunos, como Mauro Boselli, preguntaron sobre su rehabilitación (se fracturó la tibia y el peroné de la pierna derecha) y todos rieron con alguna de sus bromas, incluyendo a Gustavo Matosas y a Jesús Martínez.
El entrenador y el presidente del club fueron de los últimos en llegar. Mandaron en avanzada a los dos tesoros del club, los trofeos del Apertura 2013 y del Clausura 2014.
Los trofeos fueron recibidos con miradas medidas. Quienes ganaron esos títulos se resistían a tocarlos nuevamente, como guardando alguna extraña cábala rumbo a un tercer trofeo.
En cambio, los recién llegados parecían niños jugueteando. Marcos Caicedo y Yámilson Rivera los tocaron y hasta aceptaron un par de fotos. Luego, Jesús Martínez le explicó a otros que los trofeos tenían manchas marrones por algún defecto de fábrica, pero que esperaba limpiarlos pronto.
Para entonces, a los Verdes les urgía entrar al campo. Vestidos con el uniforme verde oficial, el mismo que usaron el sábado ante América, tomaron su sitio para la foto, sin maquillaje ni mayor arreglo. Ellos mismos se distribuyeron para la foto, colocaron a los utileros en los costados y contaron para sonreír.
Se mantuvieron abrazados unos segundos frente a la portería de Puerta 5, ahí donde hace unos días William Yarbrough cometió un “oso”. El portero, como sus compañeros, parecía haber olvidado el incidente.
Los minutos juntos, las risas y la breve compañía de Montes, quien se fue recién terminó la sesión fotográfica, todo eso se combinó para limpiar el ánimo y para pensar, ya de lleno, en los Tigres, su siguiente rival en el torneo en que tratarán de conquistar un tercer trofeo, lo que obligaría a una nueva foto, algo que no será problema alguno.

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