El tren eléctrico, es una de las pocas diversiones que hay para los menores en el Centro Histórico.
Una de las ventajas de este tren turístico es que no contamina.
Existen dos turnos durante el día, de 10 de la mañana a 3 de la tarde y de las 5 a las 8 de la noche, comentó Mario Martínez, operador del trenecito.
El ferrocarril infantil cuenta con cuatro vagones de diferentes colores para hacerlo más llamativo para los pequeños.
Algunos quieren dar más de una vuelta acompañados de sus papás.
Diariamente suben al menos 150 pasajeros, el recorrido es alrededor del jardín de la plaza principal, con vista al Santuario del Señor de La Piedad, al monumento a Hidalgo, los portales, la fuente Bicentenario, la de la Garza y el kiosco.
El paseo dura aproximadamente 10 minutos, los mejores días son sábado y domingo, pues hay más concurrencia en la plaza por los que van a misa.
“El cobro por un recorrido en este tren eléctrico es de 10 pesos, niños menores de 5 años no pagan, padres o familiares pueden subir con ellos,así cuidarán de sus hijos y evitar algún incidente.
La familia Herrera, originaria de Nayarit, llegó de vacaciones unos días a La Piedad, pero fue María de los Ángeles, quien consintió a sus nietos con un paseo en el tren eléctrico.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *