El proyecto del centro comercial que se construye frente al Jardín de El Cantador deberá ser modificado, para adaptarse a los vestigios encontrados en este lugar.
En conferencia de prensa, el delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Sergio Tovar, detalló que los constructores tendrán que contratar a un restaurador para que vigile la obra.
Tienen dos opciones: adaptar el proyecto respetando, el sitio donde fueron ubicadas las ruinas o mover las estructuras a otro espacio, dentro del mismo perímetro, pero conservando la construcción integra.
“El vestigio deberá conservarse y tendrá que ser intervenido por un experto en restauración. Los propietarios deberán adaptar su proyecto, respetando el hallazgo, en el sentido que al termino de la construcción pueda el público en general apreciar los sistemas constructivos de la época”, señaló el funcionario federal.

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