Cuando recibimos un auto de prueba de mediano plazo normalmente sabemos si la pasaremos bien o no. Con el Mazda3 tenemos casi la certeza que pasaremos un rato ameno en un modelo que será igualmente divertido que práctico.
Para nuestra prueba de mediano plazo hemos seleccionado en esta ocasión no la versión más equipada, sino la que nos ha parecido la más razonable y quizá una de las de mayor volumen de ventas, la versión i Touring con transmisión automática.
Esta es la versión con el motor de cuatro cilindros pequeño, de 2 litros de desplazamiento y aspiración natural. La potencia no está mal, son 155 caballos de fuerza que pasan a las ruedas delanteras a través de una transmisión automática de seis velocidades en el caso de nuestra unidad de prueba.
Mazda ha presumido mucho esta versión de su sistema Skyactiv, que según la marca va más allá que sólo un sistema, sino que es una filosofía de eficiencia a todo lo largo y ancho del auto.
En una prueba de distancia se ha podido constatar la eficiencia del auto en carretera, mas no necesariamente la historia sería igual en las actividades urbanas diarias a las que estará sujeto este sedán.
Según la marca, lo que podremos esperar en ciclo combinado es un consumo por los 19.3 kilómetros por litro; quizá sea demasiado optimista la cifra y no necesariamente es lo que creemos se dará, pero sí esperamos un rendimiento por encima de los 13 ó 14 kilómetros por litro.
Por lo pronto estamos contentos con el modelo que recibimos y en el poco tiempo que lo hemos tenido ya hemos recibido algunos comentarios positivos.
En cuanto a equipamiento, tampoco creemos que tendremos problemas; tiene todo lo necesario tanto desde el punto de vista de seguridad activa y pasiva pues todas las versiones incluyen ABS, bolsas y control de estabilidad; así como desde el punto de vista de accesorios y entretenimiento, incluyendo una pantalla de cristal líquido y conexiones por bluetooth para teléfono y audio.
En generaciones pasadas hemos catalogado al Mazda3 como el deportivo del segmento y creemos que esta vez no será la excepción; si este fuera el segmento premium esperaríamos este auto de una compañía como BMW. Pero realmente no es un BMW y uno de los detalles a los que nos tendremos que acostumbrar es a hacer la aclaración a quienes lo llaman M3.
Un deportivo premium de Mazda
Cuando recibimos un auto de prueba de mediano plazo normalmente sabemos si la pasaremos bien o no.