No existen fórmulas mágicas, para alcanzar mayor longevidad, se deben realizar tareas cotidianas tan simples, pero de gran beneficio para la salud física, mental y espiritual.
Más familia
Tanto si tiene una gran familia o una pequeña, esté casado o soltero, vivan muy unidos o dispersos por el mundo, la familia es una fuente de salud cerebral insustituible. Convivir, compartir, solucionar los conflictos y, sobre todo sentirse acompañado, disminuirá el riesgo de sufrir demencia o depresión. Esto incluye a la “familia” que escogemos durante la vida: los amigos.
Menos sol
En los 80 pasábamos largas horas tostándonos en la playa, con factor de protección 4 como máximo o quizá hasta con bronceadores caseros. Hoy los factores de protección habituales no bajan de 15, 20, 30… o 50. Esto es así porque cada vez estamos más concienciados con la amenaza del melanoma y el cáncer de piel, y porque las radiaciones solares cada vez son más fuertes. Los especialistas aconsejan evitar el sol de medio día y más sombrilla.
Más verde
Otro consejo que especialistas, OMS y asociaciones del cáncer reiteran hasta la saciedad: comer más fruta y verdura disminuye el riesgo de muerte prematura. Y cuanto más verde mejor: espinacas, brócoli, berros, hojas oscuras de lechuga, etc.
Más movimiento
El sedentarismo está relacionado también con el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y un largo etcétera de dolencias. La clave está en la intensidad: moverse con ganas alarga nuestra vida. Piensa en los pequeños gestos que puedes incorporar a tu rutina.
Más sexo
Que el sexo hace bien para la salud no es un secreto (siempre que se tomen las precauciones adecuadas). Son varios los estudios que atribuyen al sexo propiedades antienvejecimiento. No solo porque supone un sano ejercicio, (lo que por sí solo previene enfermedades), sino porque, aseguran, mejora la función cerebral y contrarresta efectos nocivos del envejecimiento sobre el cerebro.
Menos vicios
Alcohol y tabaco no solo perjudican la mayoría de nuestros órganos e incrementan el riesgo de padecer cáncer, sino que contribuyen al envejecimiento del cerebro, con el deterioro cognitivo que ello supone. Eso se aplica, por supuesto, también a otras drogas, tanto legales como ilegales.
Menos TV
Un estudio de 2011 de una universidad australiana concluyó que ver televisión durante muchas horas podría acortar la vida de las personas. La investigación publicada en el medio inglés British Journal of Sports Medicine, reveló que cada hora de televisión puede acortar en 22 minutos la vida de una persona. Ojo, esto incluye al Netflix y similares.
Menos carne
Estudios y organizaciones internacionales así como especialistas consultados por Terra coinciden: comer mucha carne roja y procesada está relacionado con una mayor incidencia de cáncer y enfermedades cardíacas. Las principales causas de muerte en el todo el mundo.
Menos atracones
Los longevos de hoy pasaron por muchas fases, como la guerra y el hambre. Muchos palidecerían al ver las super raciones que comemos hoy. Comer poco y varias veces al día ayuda a controlar tu nivel de azúcar y al metabolismo. El consejo es no llenarse, sino parar un poco antes.
Más actitud positiva
Cada vez conocemos más sobre el poderoso efecto de la bondad, el agradecimiento y la calidez sobre el cerebro. También sabemos que sencillas técnicas y ejercicios pueden sembrar y germinar actitudes y sentimientos positivos en nuestro órgano cerebral.