Cultiva la felicidad

Los seres humanos, en Occidente y en Oriente quieren ser felices y no sufrir.
“Es un hecho que todos somos iguales”, dice contundente Odser Rinpoche, líder del grupo de monjes tibetanos.
Para el monje, el afán de compartir las enseñanzas del budismo tibetano en Occidente se debe a que considera que su tradición aporta varios métodos y técnicas que pueden ayudar a la gente a lograr una transformación mental que pueden ayudar en su bienestar.
“En varios lugares de Occidente encontramos desarrollo económico que va en aumento; sin embargo, la felicidad, la satisfacción de las personas, no va en aumento acorde al placer o al bienestar físico que se tiene.
“Eso habla de que la manera de encontrar la felicidad no puede provenir únicamente de un desarrollo exterior o material, sino de conocer las técnicas que nos ayuden a convertirnos en mejores personas, a través de cultivar las virtudes como el amor, la compasión, la generosidad, la paciencia”.
Para el budista, todas las personas tienen la capacidad de desarrollar esos valores.
“En nuestra tradición se habla de algo muy especial, que se llama la ‘naturaleza búdica’, que quiere decir que absolutamente todos los seres tienen la semilla del despertar. Pero claro, según los diferentes tipos de existencia o tu propia situación, el desarrollar esa semilla o esa potencialidad tiene que ver mucho con las condiciones y la propia práctica que uno desarrolle”.
Señala que el potencial de desarrollo interior es exactamente igual para todos, pero depende de uno mismo usarlo de manera constructiva para cambiar la mente y obtener todas las virtudes que queremos.
“Si llevamos eso al límite podemos ir ampliando nuestras buenas cualidades de compasión, de sabiduría, hasta llegar a la completa budeidad, que es la eliminación completa de todo sufrimiento y el conocimiento de todos los fenómenos”, indica.
Para iniciar el proceso de alcanzar la naturaleza búdica, se debe meditar y transformar la mente, sin dejar las creencias religiosas.
Pero antes de iniciar ese camino, asegura, se debe tener claridad sobre el concepto de ‘felicidad’.
“La única forma de obtener verdadera felicidad es a través de cultivar las virtudes del ser: amor, compasión, paciencia.
“Lo que Buda nos invita es primero aceptar que a lo mejor hay cierto dolor, insatisfacción en tu vida, como primer elemento para empezar a cambiar”, señala.