Al municipio de Acámbaro, en el año 1883, llegó el ferrocarril, y fue hasta 1925 que entró en auge y se puso la impregnadora de durmientes en la colonia Ferrocarrilera y la fundidora, años después se instaló el Hospital del Ferrocarril que actualmente es el Seguro Social. El Hotel Internacional le daba presentación al rumbo de la estación, pero años después lo derribaron.
Toda una historia detrás de tantas familias que hasta la fecha subsisten gracias a la pensión de la labor tan honorable y gratificante como lo fue la empresa, así lo comentó uno de los ex trabajadores, José Luis Sánchez Honorato, quien comentó que el ferrocarril generó economía tanto para la empresa como para la ciudad de Acámbaro.
“En los talleres donde se laboraba en tres turnos arreglaban carros, había electricistas, carpinteros, que colaboraban con la labor del taller, además de que se hacían zapatas, donde los trabajadores eran pagados de acuerdo con la producción”.
Recuerda con gusto el hecho de que en el municipio se construyeron varias máquinas de vapor, entre las cuales la 295, construida en 1942, pero que se dio por perdida ya que se desconoce su paradero, la otra fue la 296, mejor conocida como la Fidelita, cuya construcción se dio en junio de 1944, actualmente exhibida en los patios de la estación ferrocarrilera.
De la Fidelita…
Fue inaugurada en junio 10 de 1944. Tuvo un costo de 80 mil pesos, mientras que el mismo tipo de máquina en Estados Unidos costaba 385 mil pesos. En su primer recorrido La Fidelita partió de Acámbaro a Tacubaya. Iba llena de flores, con dos banderas mexicanas y en el centro una pintura del cura Miguel Hidalgo y Costilla.
Al llegar a su destino estaba un ansioso grupo de técnicos norteamericanos que la revisaron exhaustivamente y corroboraron que estaba en perfectas condiciones. La creación de esta máquina causó el descontento de Estados Unidos, pues México ya no iba a depender de ese país para la elaboración de estas. Incluso al parecer se pidió desmantelar todos los talleres, incluido el de Acámbaro. La historia de estos hechos se expone en el Museo del Ferrocarril.