Manifestantes antigubernamentales armados con hondas y martillos se enfrentaron en varias ocasiones con la policía el domingo en la capital paquistaní, y el poderoso ejército advirtió al primer ministro que no recurriera a mayor uso de la fuerza en la crisis que ha detonado el mayor reto hasta ahora a su autoridad.
Al menos tres personas murieron y aproximadamente 400 fueron ingresadas a hospitales debido a los enfrentamientos que iniciaron la noche del sábado y continuaron en ebullición durante el domingo, dijeron funcionarios.
El primer ministro Nawaz Sharif se reunió con asesores de alto rango para buscar la manera de disminuir la violencia, la cual se ha incrementado en las dos semanas de desobediencia civil encabezada por el político opositor Imran Khan y el acalorado clérigo Tahir-ul-Qadri. Ellos quieren que el primer ministro renuncie ante las acusaciones de un fraude electoral masivo en la contienda que lo llevó al cargo el año pasado en la primera transferencia democrática de poder en el país.
El partido de Sharif fue elegido con abrumadora mayoría en una elección en la que los observadores no encontraron evidencia de fraude generalizado. El primer ministro se ha negado a abandonar el puesto, y negociadores han tratado de convencer a Qadri y Khan a que terminen sus protestas.
Dirigentes de las fuerzas armadas intervinieron después de una reunión del domingo, diciendo que les preocupa seriamente la crisis “y el giro violento que ha tomado”.
“Una mayor utilización de la fuerza sólo agravará el problema”, dijeron líderes militares en un comunicado que hace un llamado a las figuras políticas a resolver rápidamente sus diferencias.
Las protestas fueron mayormente pacíficas hasta la tarde del sábado, cuando manifestantes se dirigieron hacia la residencia del primer ministro. Una vez que la multitud comenzó a retirar contenedores de carga utilizados como barricada, la policía disparó latas de gas lacrimógeno que obligó a los manifestantes a retroceder.
Las autoridades argumentaron que no tuvieron otra opción más que utilizar la fuerza sobre los manifestantes, algunos de los cuales utilizaban máscaras contra gas.
Cientos de personas fueron arrestadas, informó el jefe de policía de Islamabad, Khalid Khattak. Se registraron enfrentamientos dispersos el domingo por la mañana y parecía que los manifestantes se estaban reagrupando por la tarde.
Ya por la noche, grupos numerosos de manifestantes se reunieron alrededor del Parlamento y algunos se dispersaron por otras zonas de la ciudad, señaló el oficial de policía Amir Paracha, quien agregó que los manifestantes quitaron escudos a policías y estaban amenazando con barras de metal, bastones, piedras y tabiques.
Entre las personas lesionadas había mujeres, niños, periodistas y policías, dijo el médico Javed Akram, quien dirige el principal hospital de la ciudad.

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