“¿Qué tienes, qué te duele?”
Como si fuera doctora atendiendo al paciente en su consultorio, la encargada de una tienda en la colonia Sinarquista trataba de hacer el diagnóstico para recetar el medicamento adecuado.
De un botiquín que ocultaba debajo del mostrador, sacó un amplio surtido de medicamentos para dolor de estómago, cabeza, fiebre y náuseas.
-¿Tiene Neomelubrina?
-No, ya no tengo, se me acabó -respondió la tendera, mientras esculcaba en el botiquín. “Pero tengo cafiaspirina. ¿Te sirve?”.
La improvisada consulta en busca de Neomelubrina, para aliviar un supuesto dolor de cabeza, se repitió en 100 tiendas de abarrotes en 16 colonias, en un muestreo realizado por la Unidad de Investigación del Periódico AM.
Al igual que ocurrió en la colonia Sinarquista, en la mayoría de las tiendas visitadas hay improvisadas doctoras (o doctores) sin título que recetan medicamentos.
Sin dudar, los tenderos venden en 4 pesos cada dosis de metamizol sódico, un medicamento que está prohibido en más de 30 países.
Suecia fue el primer País en prohibirlo hace 40 años; luego, en 1977, fue retirado en Estados Unidos. Y desde entonces su venta se ha limitado en cada vez más naciones.
En México su venta está permitida, pero sólo con receta y con seguimiento del médico, pues puede desencadenar anemia o una enfermedad mortal llamada agranulocitosis, que es la pérdida de glóbulos blancos.
El componente del medicamento es metamizol, o dipirona, pero la gente lo pide en la tienda con el nombre comercial de Neomelubrina, Prodolina o Magnopyrol.
“Lo tengo en jarabe y pastillas. El jarabe de 30 pesos o las pastillas con 10 pastillas a 15 pesos”, dijo el encargado de una farmacia ubicada en la colonia Valle de León, cuando se preguntó si tenía Neomelubrina.
La venta del medicamento la hizo sin receta, pese a las restricciones que marca la Secretaría de Salud.
“Es metamizol sódico, el jarabe es para los niños y las pastillas después de los 13 años las pueden tomar”, dijo el encargado de una farmacia que vende el medicamento en su presentación genérica, también sin receta de por medio.

Medicina controlada

La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) emitió desde 2010 reglas en las que restringe la venta de metamizol o dipirona, medicamento utilizado como analgésico en casos de dolores reumáticos, de cabeza, estómago, muelas, en traumatismos o fiebre.
“El metamizol fue retirado del mercado en algunos países de Europa y Estados Unidos por problemas de seguridad, debido a la existencia de reportes de agranulocitosis”, reconoció el Centro Nacional de Farmacovigilancia de la Cofepris, en un comunicado enviado a los médicos.
Según la Cofepris, estudios recientes han detectado que la incidencia de agranulocitosis es baja en comparación con otros analgésicos existentes en el mercado.
La dependencia federal advirtió que el fármaco se debe suministrar siempre bajo supervisión médica, pues en una revisión de la base de datos del Centro Nacional de Farmacovigilancia se encontró un gran número de reacciones adversas de hipotensión arterial, que se presentaron en pacientes donde el medicamento fue administrado por vía intravenosa.
Por ello, Cofepris recomendó que debe valorarse el riesgo-beneficio de la utilización del medicamento e interrumpir el tratamiento si aparece algún síntoma de disnea, rinitis asma, hipotensión, urticaria o agranulocitosis (pérdida de glóbulos blancos).
La institución solicitó a los médicos reportar las reacciones adversas que sufran los pacientes a los que se prescriba metamizol.

Prohibida para niños

En 1977, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) retiró del mercado los fármacos con metamizol, debido a reportes médicos que vinculaban la sustancia con casos de agranulocitosis, enfermedad potencialmente mortal.
Japón y Australia están entre las naciones que también lo prohibieron. En Alemania está permitida su venta, pero sólo con receta.
En México las autoridades de Salud permiten su venta porque a un bajo precio se consiguen tres acciones curativas a la vez: es analgésico, antiinflamatorio y antipirético (baja la fiebre).
Sólo han impuesto restricciones, como que está prohibido su uso en menores de 12 años y en mujeres embarazadas, además de que debe administrarse con precaución en pacientes con asma o con infecciones respiratorias crónicas.
Además, su venta requiere receta médica, pero ese requisito no lo cumple nadie, según constató AM.

El monitoreo

La Unidad de Investigación de AM hizo un monitoreo en 100 tiendas de abarrotes de 16 colonias de León, y encontró que en todas se vendían dosis de metamizol o dipirona en diferentes presentaciones comerciales.
En las colonias Lomas de Medina y El Peñón, ubicadas al norte de la ciudad, se pueden comprar estas pastillas practicamente en cualquier tiendita de abarrotes.
El medicamento se vende suelto o por cajas de 10 pastillas a un precio aproximado de 6 pesos cada comprimido.
En una tienda de la calle Lomas de los Fundadores se adquirió el medicamento en dos tiendas: a 5 pesos la marca Prodolina y a 6 la Neo-Melubrina.
“Por caja sale a sesenta pesos, pero ahorita no se la completo”, dijo una comerciante de la calle Cofre del Perote, en El Peñón.
Las pastillas de uso restringido también se venden abiertamente en tendajones de las comunidades de Alfaro y El Gigante, en la zona rural de León.
“Vendemos más la Neo-Melubrina que la Prodolina, la gente la busca mucho para el dolor de cabeza”, comentó un tendero de El Gigante.
En la colonia El Carmen, en tres tiendas visitadas se encontraron dos marcas del fármaco.
A un costado está la colonia Nuevo Amanecer, en donde la encargada de una tienda mencionó que vendía el agente activo pero con el nombre de Pirinovag, a un precio de 2 pesos cada pastilla.
En un depósito de cerveza de Agua Azul también se vende Prodolina y Neo-Melubrina.
En locales de San José El Alto, Valle de San José, 10 de Mayo y La Libertad se encontraron pastillas de Metamizol a un precio de 2 a 6 pesos, el jarabe en 15 y los supositorios con la misma sustancia en 25.

Sin precio fijo

Las pastillas de Metamizol o Dipirona se venden sueltas desde 2 pesos la pastilla en las tiendas de abarrotes.

Aunque si se adquiere en caja, el precio por pastilla es de hasta un peso.
Por ejemplo, en una farmacia popular ubicada en la colonia León I, se vende la caja en 10 pesos.
En 14 comercios que visitó AM en la colonia León I, el precio promedio de cada pastilla de Neomelubrina es de entre los 3 y los 6 pesos.
Un comerciante que tiene su tienda de abarrotes en la calle Guadalupe Núñez, dijo que la tableta genérica -sin marca- la vende en tres pesos.
Mientras que en un comercio ubicado entre la calle Salvador Muñoz Orozco y Enrique Gómez Guerra, cada pastilla se oferta en cuatro pesos.
En la colonia San José del Consuelo las pastillas son más caras; en una tienda de la calle Oro y en otra de Platino de San José, cada tableta se ofrece hasta en 7 pesos.
Mientras que en Valle de Señora el precio oscila de 3 a 7 pesos.
En Valle de las Torres -ubicada al norte de la ciudad- el medicamento cuesta de 5 a 7 pesos.

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